El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este miércoles con una bajada del 3,6%, hasta 79 dólares el barril, su mínimo en las últimas siete semanas.
Al término de la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en junio recortaron 2,70 dólares con respecto al cierre de ayer.
Según los analistas, esta situación se produce debido al aumento de las reservas comerciales de crudo por la escasa demanda. De hecho, la semana pasada alcanzaron los 461 millones de barriles en total, los niveles más elevados desde junio de 2023, según la Administración de Información de Energía (EIA, en inglés).
La tasa a la que las refinerías transforman el crudo en gasolina y otros productos cayó al 87,5%, motivada porque la media diaria de demanda de gasolina fue de 8,5 millones de barriles diarios la semana pasada, un 1,3% menos que en el mismo periodo de hace un año.
“Las refinerías están fracasando totalmente en la tasa de ejecución y eso se debe a que no creen que haya demanda”, interpretó el analista Mizuho Yawger, también director de la división de futuros energéticos en la consultora energética Mizuho Americas.
Además, los inversores siguieron de cerca la reunión de la Reserva Federal (Fed, en inglés) en la que este miércoles decidieron mantener la tasa de política monetaria inalterada dentro del rango 5,25% – 5,50% por sexta reunión consecutiva, destacando la “falta de progreso” en sus objetivos inflacionarios.
Por otra parte, los inversores continúan pendientes de las conversaciones en El Cairo con mediación estadounidense para intentar alcanzar un alto el fuego entre Israel y la organización islamista palestina Hamás en la Franja de Gaza.
En otros mercados, los contratos de gas natural para entrega en junio cayeron un 3,06%, hasta 1,93 dólares por mil pies cúbicos, y los de gasolina con vencimiento el mismo mes bajaron un 3%, hasta 2,58 dólares el galón.