El índice de precios al consumidor (IPC), principal indicador de la inflación en China, creció un 0,3% interanual en octubre, lo que supone un retroceso de 0,1 puntos con respecto al dato del mes anterior, que había sido del 0,4%.
El indicador, divulgado hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país asiático, queda por debajo también de los pronósticos más extendidos entre los analistas, que esperaban que se mantuviera precisamente en el mismo nivel de septiembre.
La ONE también hizo público el índice de precios a la producción (IPP), que mide los precios industriales y que profundizó su descenso desde el 2,8% de septiembre al 2,9% del décimo mes del año.
Esta desaceleración se produce en un momento en que las autoridades del gigante asiático intentan impulsar la economía nacional, mientras la crisis inmobiliaria lastra la confianza.
Los datos se publicaron después de que los legisladores chinos dieran a conocer el viernes un amplio plan para elevar la deuda de los gobiernos locales e impulsar el gasto.
Mientras varias grandes economías occidentales han estado luchando con la amenaza de una inflación elevada, China, en cambio, ha intentado evitar otra caída de los precios.
A finales de 2023, el país se hundió en una deflación por cuatro meses, con la mayor contracción de precios al consumidor en 14 años en enero.