El FMI también confía que en 2024 podría haber una mejora en por lo menos 3,1%
La presión que están ejerciendo los bancos centrales del mundo con las tasas de interés para frenar la inflación y la continuidad de la guerra en Ucrania, fueron los dos puntos por los que el Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que el PIB no tendrá un crecimiento tan fuerte.
La entidad internacional publicó su informe de perspectivas en el que el crecimiento de 2023, según dicen, podría llegar a 2,9% y luego espera un repunte hasta 2024 de por lo menos 3,1%.
Conectado a las previsiones, el FMI descartó que este año tanto el PIB mundial como el PIB global per cápita registren un crecimiento negativo, algo que suele ocurrir cuando se produce una recesión mundial. Para 2023 y 2024 se proyecta que el crecimiento mundial se sitúe por debajo de la media anual histórica que se mantuvo del 2.000 al 2019 en 3,8%.
El informe explicó que el descenso del crecimiento en 2023 con respecto a 2022 obedece a las economías avanzadas. De otro lado, en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, el FMI estima que el crecimiento tocó fondo en 2022.
“Las tasas de interés lentamente están logrando el objetivo de los bancos centrales: frenar el consumo, y por ende ya vemos que empresas productoras de ciertos bienes están contemplando un escenario de caída de ventas, lo más claro pasa en la tecnología que inició la ola de despidos para recortar fuertemente los gastos operativos. Menor crecimiento es igual a crisis sectorial”, dijo Claman Cheelsen investigador de mercados para América Latina de Research IP.
(VEA: El FMI mejoraría previsiones para 2023)
La guerra en Ucrania seguirá haciendo presión sobre precios de insumos del agro y el precio de derivados del sector energético. El reporte insiste en que el comercio mundial disminuya este año a una tasa de crecimiento de 2,4%, a pesar del alivio de los cuellos de botella en la oferta, para luego repuntar a 3,4% en 2024.
En Europa el ritmo acelerado de la subida de las tasas por parte del Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo está endureciendo las condiciones financieras y enfriando la demanda en los sectores de la vivienda y otros.
En el caso de Estados Unidos, se proyecta que el crecimiento baje de 2,0% en 2022 a 1,4% en 2023, y a 1,0% en 2024. “El alza del próximo año será más dinámico que en 2023, al igual que en la mayoría de las economías avanzadas.
Se observa una revisión al alza de 0,4 puntos porcentuales en el crecimiento anual de 2023, debido a los efectos de arrastre de la resiliencia de la demanda interna en 2022, pero una revisión a la baja de 0,2 puntos porcentuales en el crecimiento de 2024 debido a la trayectoria más empinada de las subidas de las tasas de la Reserva Federal, que alcanzarán un máximo de aproximadamente 5,1% en 2023” insiste el FMI.
Se proyecta que el crecimiento en China aumente a 5,2% en 2023, gracias a la rápida mejora de la movilidad, y que disminuya a 4,5% en 2024, para de ahí en adelante nivelarse por debajo de 4% a mediano plazo debido a un menor dinamismo de las empresas y el lento avance de las reformas estructurales frente a los efectos de la guerra en Ucrania y la inflación.