El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró sus proyecciones para el crecimiento económico anual de China este año y el próximo, ya que la nación registró un desempeño más fuerte de lo esperado en el tercer trimestre y Pekín puso en marcha políticas para apoyar la recuperación.
El FMI espera que el producto interior bruto de China crezca 5,4% en 2023 y 4,6% en 2024, según la declaración de la Misión del Artículo IV publicada el martes. Cada una de estas cifras es 0,4 puntos porcentuales superior a las previsiones anteriores del Fondo de octubre.
El reciente plan de Pekín de emitir más deuda soberana contribuirá a la recuperación de la economía y “es una de las razones por las que hemos mejorado nuestra previsión de crecimiento”, declaró Gita Gopinath, Primera Subdirectora Gerente del FMI, en una rueda de prensa celebrada el martes en Pekín.
La institución señaló, sin embargo, que la ralentización del crecimiento el año que viene se deberá probablemente a los riesgos persistentes derivados del desplome inmobiliario y a la moderación de la demanda exterior. El FMI instó al Gobierno a seguir adelante con los esfuerzos para contener los riesgos del mercado inmobiliario y la deuda de los gobiernos locales para impulsar la confianza y las perspectivas de crecimiento a corto plazo.
El FMI es el último de varios organismos internacionales, entre ellos UBS Group AG y JPMorgan Chase & Co, que han mejorado sus perspectivas de crecimiento para la segunda economía mundial, después de que la economía cobrara impulso en el periodo julio-septiembre.
Pekín ha señalado su intención de evitar una brusca ralentización del crecimiento el próximo año, recurriendo a medidas poco convencionales como elevar su déficit presupuestario al mayor en tres décadas mediante la venta de bonos soberanos adicionales por valor de 1 billón de yuanes ($137.000 millones).
Datos más recientes muestran que la recuperación sigue siendo frágil y que persisten los vientos en contra. La actividad industrial volvió a contraerse el mes pasado y el sector servicios se debilitó. Aunque las importaciones aumentaron, las exportaciones cayeron más de lo previsto en octubre y se considera que persiste la presión deflacionista.
Las autoridades deberían acelerar la salida de los promotores inmobiliarios inviables y permitir precios de la vivienda más flexibles, como parte de un “paquete de políticas integral” para apoyar el mercado inmobiliario, afirmó Gopinath en el comunicado. También instó al Gobierno central a llevar a cabo reformas del marco fiscal y una reestructuración de los balances para hacer frente a las tensiones de la deuda regional.
“Una reorientación del gasto fiscal hacia los hogares y una relajación adicional a través de los tipos de interés respaldarían el crecimiento y la inversión”, afirmó Gopinath. “Una mayor flexibilidad del tipo de cambio ayudaría a absorber los choques externos y reforzaría la transmisión de la política monetaria”.
El aumento de los tipos de interés en EE UU significa que se mantendrá una fuente fundamental de presión sobre el yuan, dijo Gopinath durante la sesión informativa. La flexibilización del yuan y el recorte de los tipos de interés ayudarán a que la débil inflación china recupere el ritmo previsto, afirmó.
El FMI no espera “una tendencia general a la deflación” en China porque la lenta inflación general actual está impulsada principalmente por los precios de los alimentos y la energía, dijo Gopinath durante la rueda de prensa. El FMI prevé que la inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, aumente hasta 2,1% a finales de 2024 desde 0,8% actual.
Gopinath instó a China a llevar a cabo refoormas estructurales amplias y favorables al mercado para impulsar la productividad y equilibrar la economía para hacer frente a retos como el envejecimiento de la población y la disminución de la rentabilidad de la inversión. Estas reformas estructurales serán importantes para atraer a los inversores extranjeros, afirmó.
