Las remesas recibidas en México durante 2021 sumaron $51.594 millones, una cifra sin precedentes para la captación de los llamados migradólares desde que Banco de México (Banxico) registra estos envíos.
El flujo de transferencias superó en 27,1% los envíos que hicieron los trabajadores mexicanos desplazados en 2020, cuando también se registro un récord con la entrada de $40.605 millones .
Para ponderar el tamaño de estos envíos de dólares hacia 1,8 millones de hogares en México, basta tomar los ingresos registrados en el mismo año del 2021 por la exportación de petróleo, que ascendió a US$24,300 millones. Es decir, los mexicanos que trabajan en el exterior enviaron a sus familias el doble de dólares de los que llegaron por la venta del hidrocarburo.
Expertos del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) explican estas sólidas entradas de los llamados migradólares resultan de la fuerte recuperación que ha tenido el empleo de mexicanos en Estados Unidos.
Aparte, el economista para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos también incorporan el efecto de las generosas transferencias fiscales de apoyo a los salarios-ingresos en aquel país, que compartieron con sus familias en México al percibir el deterioro de las condiciones económicas en su país de origen.
Y destacó que también se fortalecieron los envíos para aprovechar el nivel competitivo del peso frente al dólar. De hecho el estratega de Goldman Sachs estima que al llegar a México, el ingreso familiar se fortaleció al cambiarlo a pesos mexicanos a una tasa anual de 28,4% real.
Las citadas transferencias se originaron en 12,5 millones de transacciones con envíos promedio de $381 dólares.
La información de Banxico muestra que durante 2021, el 98.9% de las remesas llegó a través de transferencias electrónicas, es decir, 51,045 millones de dólares del total de los envíos se recibieron vía electrónica. Y solo 0,7% del gran flujo histórico anual llegó en efectivo.