Sin embargo, reconocen que se pueden “sacrificar” hasta 2.000 millones de dólares
El Consejo Hondureño de la Empresa privada (Cohep) advirtió que el uso de las reservas internacionales netas en el Banco Central de Honduras (BCH), para financiar el gasto corriente gubernamental, podría incrementar la inflación hasta el doble dígito y provocar una devaluación “más acelerada”, este año.
En su informe “Comentarios Técnicos al Financiamiento del Gobierno por Reservas Internacionales, la Gerencia de Política Económica del Cohep, considera que hay margen de uso de las mismas (actualmente superan los 8.500 millones de dólares que cubren siete meses de importaciones), en “caso de crisis”, pero debe concentrarse en cubrir necesidades cuyo presupuesto requiere de fondos externos.
“Es entonces recomendable el uso solo hasta en las cuantías requeridas para cubrir espacios presupuestarios sin financiamiento con recursos externos, de manera puntual y no sostenida en el tiempo y hacer uso correcto de los fondos para minimizar sus impactos en la economía y sociedad”, apunta el informe.
El análisis del Cohep se refirió a las diferencias entre “monetizar o financiar el déficit fiscal” con reservas internacionales, concluyendo que “la acción sostenida de ambas acciones tiene repercusiones negativas (en mayor o menor medidas) a mediano y largo plazo sobre la
economía nacional”.
Riesgo de menor apoyo presupuestario
El Cohep justifica el anuncio estatal de uso de reservas ante el riesgo de menores ingresos externos, como el préstamo de $250 millones del BCIE a la ENEE, además de otros organismos internacionales que aporten al gasto presupuestario (Presupuesto General de la República 2022).
“Hemos consultado con organismos cooperantes acerca de el potencial paro de prestamos o desembolsos de recursos de apoyo presupuestario al Gobiemo de la República, producto de las recientes reformas a la ley de Industria eléctrica en concreto. Esto podría afectar los desembolsos hasta por US$250 millones del BCIE. En este momento no tenemos acuerdo vigente con el FMI, por lo que tampoco hay recursos previstos para desembolso y el BID no tiene en su cartera fondos de apoyo presupuestario”, dice el informe.
“Es preferible para el Gobierno, ante el potencial paro de desembolsos externos, acudir a las reservas para cubrir el agujero, que caer en un default (retraso en el pago)”, agregan los analistas del sector empresarial. Al respecto, las autoridades de Finanzas sostienen que el Gobierno no retrasará el pago de la deuda externa y por eso acudieron a fondos del BCH provenientes del FMI el año pasado.
¿Sacrificio de hasta $2.000 millones?
Aún así, el Cohep avala que se pueden “sacrificar”, “entre 1.500 y 2.000 millones de dólares”, de los 8.500 millones en reservas, “sin poner en precario la posición externa”. “Pero esta medida no puede ser utilizada sostenidamente por el Gobierno y una vez recuperada su posición fiscal, el gobierno debe priorizar el fortalecimiento de la posición externa y la recuperación de las reservas internacionales”, agregan.
El período de “sacrificio”, sería sólo este año, apunta el Cohep. Además advierte que, dependiendo de la forma en que se utilice las reservas para financiar al gobierno, serán sus efectos”.
Para ello resumen dos escenarios: El primero, “Si por ejemplo se utilizaran reservas en dólares para pagar vencimientos de deuda en moneda extranjera, o para pagar deuda en atraso que va a pagos de bancos en el exterior, el efecto monetario (inflación, devaluación) será nulo”.
En cambio, en el segundo escenario: “Si se utilizan de manera sostenida para convertirlos a lempiras y financiar gasto corriente, en el mediano plazo, producirían inflación y devaluación y en el peor de los escenarios, esto nos llevaría a una inflación que podría superar los 2 dígitos y una devaluación mas acelerada que por hoy se estima 1% y 2%”.