El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo este jueves las tasas de interés para la zona del euro, a la espera de ver cómo evoluciona la inflación que está en desaceleración. El tipo de interés de referencia se mantuvo en 4%, su nivel más alto desde el lanzamiento del euro en 1999 y la tasa de refinanciación y el tipo marginal de préstamo quedaron en 4.5% y 4.75%, respectivamente.
Frente a este panorama, las opciones para una reducción de los tipos para junio de este año se mantienen latentes. “Si la “evaluación actualizada” de las perspectivas de inflación y del impacto de la política monetaria a la economía, reforzara aún más la confianza en una convergencia sostenible del alza de los precios hacia el objetivo de 2%, el BCE consideraría ‘apropiado’ reducir la política monetaria restrictiva”, afirmó el emisor europeo en un comunicado.
La inflación en la eurozona pasó en marzo a 2,4% en términos interanuales, 0,2% menos que lo registrado en febrero, acercándose al objetivo del banco central. El BCE destacó que “la alza de los salarios se está desacelerando gradualmente y las empresas están absorbiendo parte del aumento de los costos laborales a través de sus beneficios”.
Las anteriores subidas de los tipos de interés “siguen pesando sobre la demanda, lo que contribuye a la moderación de la inflación”, declararon la entidad que advirtió que las presiones internas sobre los precios siguen siendo fuertes.
Los gobernadores del emisor lanzaron una estrategia de contracción monetaria para controlar el brote inflacionario provocado por la invasión de Rusia contra Ucrania en febrero de 2022.