Cuba recibe 10 toneladas de ayuda humanitaria de Brasil para damnificados

Un cargamento de 10 toneladas de ayuda humanitaria procedente de Brasil llegó este domingo a La Habana para asistir a los damnificados por los desastres naturales del último mes -dos sismos y dos huracanes- que afectaron a los extremos orientales y occidentales de la isla.

El donativo incluye alimentos deshidratados, que se suman a las 30 unidades de purificación de agua enviadas anteriormente desde el país suramericano, informaron medios estatales.

Además, está previsto el arribo de otra carga de ayuda consistente en kits para la instalación de paneles solares y medicamentos, según dijo el embajador de Brasil en La Habana, Christian Vargas, citado por la agencia cubana Prensa Latina.

La viceministra cubana de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Deborah Rivas, agradeció los donativos, resaltó las relaciones de colaboración bilaterales, y recordó la reciente llegada de un aporte brasileño de leche en polvo tras el paso de los fenómenos metereológicos que dejaron severos estragos en varias provincias de la isla caribeña.

En las últimas semanas Cuba ha recibido ayuda de países como México, Japón, España, Rusia, Venezuela y Noruega -entre otros- así como del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia de la ONU y a través de acciones coordinadas por organismos multilaterales y ONG.

Esta semana, la ONU informó que ha ampliado hasta 78,3 millones de dólares los fondos que busca movilizar en favor de su plan de acción propuesto para ayudar a paliar los daños que dejaron dos huracanes, dos sismos y un segundo colapso del sistema eléctrico nacional.

Esa organización internacional se había planteado en principio buscar con su iniciativa hasta 33 millones de dólares (30,5 millones de euros).

Óscar -el primer huracán que tocó territorio cubano en la actual temporada de huracanes del Atlántico- llegó a la provincia oriental de Guantánamo con categoría 1 (máxima de 5) en la escala Saffir-Simpson y abandonó la isla 24 horas más tarde, ya degradado a tormenta tropical.

Sus vientos de más de 130 kilómetros por hora y abundantes acumulados de lluvias generaron severas inundaciones, reportaron ocho muertos, y afectaron a casi medio millón de personas, de las cuales cerca de 150.000 sufrieron daños críticos, recuerda la organización internacional.

Unos días después, el huracán Rafael atravesó de sur a norte a la provincia Artemisa (oeste), convertido en un ciclón de categoría 3, y tras su paso devastador afectó a unas 800.000 personas de esa zona y sus vecinas Mayabeque, La Habana y la Isla de la Juventud.

A ello se sumaron los sismos que golpearon particularmente a las provincias de Granma y Santiago de Cuba ocasionando daños en viviendas e infraestructuras clave y además una emergencia energética que desconectó el sistema eléctrico nacional el 18 de octubre, dos días antes del impacto del primer huracán.

En conjunto, los daños contabilizados -de acuerdo a datos oficiales- incluyen más de 34.000 viviendas, 37.000 hectáreas de producción agropecuaria y en un grupo de instalaciones de ese sector, y severos estragos a los servicios de electricidad, agua y las comunicaciones.

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