Crece el desempleo y el empleo informal en Latinoamérica: OIT

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La Organización Internacional del Trabajo (OIT) proyectó un escenario laboral “altamente complejo” en América Latina y el Caribe, en el que están creciendo los empleos informales, según su informe anual publicado este martes.

“Se proyecta un escenario altamente complejo que demanda la implementación y fortalecimiento de un conjunto integral de diferentes tipos de políticas”, indicó el informe “Panorama laboral en América Latina y Caribe 2023”. Dicho estudio estima que la tasa de desocupación promedio para 2023 sea en la región del 6,3% y se ubique en un rango de entre el 6,5% y 6,8% para 2024.

Explicó que el contexto internacional, caracterizado por un bajo crecimiento del nivel de actividad global y del comercio exterior y una elevada tasa de inflación, “ha sido un condicionante importante para el desempeño de las economías de la región y es altamente probable que continúe siéndolo en 2024”, afirmó la OIT.

Destacó que, en paralelo, a esta desaceleración del crecimiento, se observó en la región “una generalizada disminución de las tasas de inflación, desde niveles que en la mayoría de los países alcanzaron en el año 2022 máximos no registrados en décadas”.

“Se configura, de esta forma, un escenario macroeconómico complejo para las economías de América Latina y el Caribe caracterizado por reducidas tasas de crecimiento económico, limitado espacio fiscal, tasas de inflación elevadas, altos niveles de endeudamiento y mercados financieros internacionales menos líquidos”, sostuvo.

Con los datos mostrados, el informe concluyó que se necesitan políticas que respalden la creación de empleos, con un enfoque especial en la formalización laboral. Por otro lado, dada la presión inflacionaria, es crucial fortalecer las instituciones laborales, especialmente el salario mínimo y los mecanismos de negociación colectiva.

Explicó que el desempeño de los indicadores de oferta, demanda y desocupación regionales en lo que va de 2023 muestra que, casi cuatro años después de la pandemia de covid-19, la región muestra una recuperación plena de la tasa de ocupación y desocupación, aunque una recuperación insuficiente de la tasa de participación.

A diferencia de la ocupación, la tasa de participación en la fuerza laboral regional aún continúa siendo levemente inferior a los registros prepandemia (-1 %).

También muestra que el empleo urbano se ha recuperado más rápido que el rural donde aún “se percibe cierto rezago”, lo que ha provocado una mayor brecha de empleo a favor del ámbito urbano existente previo a la pandemia.

El informe alertó de que la reducción de horas trabajadas respecto a las cifras prepandemia es algo común, lo que afecta de manera particular al empleo en el servicio doméstico, y por tanto perjudica al empleo femenino, en particular, al de menor nivel educativo.

Desde mediados de 2020 los jóvenes regresaron al empleo de manera más rápida que los adultos, lo que ha hecho que “la brecha de ocupación entre ambos grupos etarios sea algo inferior en 2023 respecto de cuatro años antes”.

La tasa de ocupación regional de las personas jóvenes en el segundo trimestre de 2023 fue 41%, mientras que la de los adultos fue de 62.3%.

“En el actual contexto de una creciente necesidad de habilidades digitales, la formación profesional emerge como un elemento esencial para disminuir la brecha digital y de competencias entre las personas jóvenes. Además, juega un papel crucial al asegurar una mayor empleabilidad y acceso a empleos de calidad para este grupo”, indicó el informe.

Salarios

La OIT advirtió que la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos laborales en América Latina y el Caribe está provocando que crezcan los “trabajadores pobres”, es decir, personas con empleo pero que pueden vivir bajo el umbral de la pobreza.

La OIT señaló que la región vive un contexto de ralentización del crecimiento económico, por lo que la creación de empleo “puede continuar estando sesgada hacia la generación de puestos informales” y con menores salarios.

En este sentido, detalló que la evolución de los ingresos reales del trabajo “ha ido crecientemente complejizándose debido a la aceleración inflacionaria y a su impacto negativo sobre el poder adquisitivo de los salarios”. Detalló que en la mayoría de los países con información actualizada, los salarios horarios reales promedio son inferiores a los registrados antes del comienzo de la pandemia, cuatro años atrás.

“La pérdida de poder adquisitivo de los ingresos laborales hace que el fenómeno del trabajador pobre, -que significa que las personas pueden vivir en situación de pobreza aun teniendo un empleo- pueda seguir creciendo en la región”, sostuvo el informe. Agregó que considerando que los niveles de empleo en varios países han retornado a los valores prepandemia o están cercanos a ellos, “el agregado de ingresos laborales y familiares reales aún es inferior que en aquel momento”.

El informe concluyó que se necesitan políticas que respalden la creación de empleos, con un enfoque especial en la formalización laboral. Por otro lado, dada la presión inflacionaria, es crucial fortalecer las instituciones laborales, especialmente el salario mínimo y los mecanismos de negociación colectiva.

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