Sitios especializados en mecánica automotriz, agencias de transporte de algunos gobiernos y páginas de fabricantes de vehículos mencionan todo tipo consejos. Entre la diversidad de posibles acciones, dichas publicaciones coinciden en estas cinco medidas:
– Llantas con presión correcta. Los neumáticos inflados con la presión precisa, aparte de durar más, mejoran el rendimiento del combustible y vuelven más segura la conducción. Según el Departamento de Energía de Estados Unidos, neumáticos inflados en forma correcta, reducen el gasto en hidrocarburos entre un 0,6 % y un 3 %. Para una presión óptima de las llantas, revise las especificaciones del fabricante.
– Aceite de motor adecuado. El uso del grado de aceite de motor sugerido por el fabricante de su vehículo en el motor economiza de un 1 % a un 2 % en el gasto. Al tratarse de lubricantes, los aceites minimizan el desgaste de las piezas del motor y canalizan hacia el filtro las partículas metálicas que genera la combustión . Procure aceite con aditivos para reducir esa fricción y valore usar aceites sintéticos por economía de combustible en vehículos livianos. El dato sobre el grado adecuado de aceite aparece en el manual del vehículo.
– Sin carga extra. Cuanto más peso lleve un vehículo, más energía requiere para moverse. Si suele conducir con carga adicional que no siempre utilice (herramientas, insumos deportivos, cajas, etcétera), bájela. Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, cada 45 kilogramos de peso adicional en el automotor, elevan el gasto de carburante en un 2%. Eso representa casi ¢1.000 por tanque lleno de gasolina súper con el precio actual en Costa Rica.
– Mantenimiento oportuno. Visitas en tiempo al taller mejoran la economía del motor. El consumo puede caer de 10% a 20% con ajustes rutinarios como cambiar el filtro de aire, el filtro de aceite y con una limpieza del filtro de gasolina o su sustitución. Un afinamiento del motor (con limpieza de inyectores y cambios de bujías viejas), puede mejorar dichos porcentajes. Si bien esto implica gasto, este podría verse compensando en la actual coyuntura de alzas en los hidrocarburos.
– Ojo al aire acondicionado. El aire acondicionado puede subir el consumo de un 8 a un 10%, aseguran sitios en línea especializados en mecánica. Sin embargo, las mismas publicaciones dicen que ir con las ventanas abiertas también afecta el rendimiento, pues crea un efecto de “arrastre” para el vehículo que fuerza al motor a trabajar más. ¿Qué hacer? Depende de la velocidad. Si va a más de 80 kilómetros por hora, abrir la ventana crea más resistencia (y gasto) respecto al aire acondicionado. Por debajo de esa velocidad, evite el aire acondicionado y abra un poco las ventanas.