El congelamiento al precio de las gasolinas decretado por el Gobierno evitó un alza de 1.10 lempiras a las gasolinas y 1.90 lempiras al diésel de acuerdo al análisis del sector petrolero.
Este lunes el precio se mantuvo con los valores del 11 de octubre, cuando se registró un aumento de más de un lempira. El congelamiento se aprobó a finales de septiembre y por lo tanto el valor de las gasolinas pudo ser menor de los más de 105 lempiras que cuesta la gasolina superior o los 84 lempiras en el diésel.
Sin embargo, si evitó las alzas proyectadas por la Secretaría de Energía y del Consejo Hondureño de la Industria Petrolera (Cohpetrol).
“La tendencia de los precios de los carburantes eran de 1.10 lempiras por galón de gasolinas y el diésel alrededor de 1.90 lempiras”, dijo María Eugenia Covelo, Directora Ejecutiva de Cohpetrol.
“El crudo continúa con una tendencia hacia el alza debido a que se está aumentando la demanda a medida las economías mundiales van normalizándose. Los países miembros de OPEP han decidido no ampliar la producción que ellos habían programado desde inicio de año, pues está causando cierta presión en el mercado internacional ya que se estima que la demanda aumentará”, explicó.
Esto afectaría al consumidor de forma directa. Covelo dijo que aún no conocen la forma en que se aplicaría el subsidio con el congelamiento de precios, ya que el valor internacional sigue pagándose por el sector privado.
Impuesto en dólares compensaría subsidio
La viceministra de Finanzas, Roxana Rodríguez señala que antes de aprobar la medida se hicieron diferentes análisis en relación a la meta de ingresos y recordó que la medida es temporal (vence en diciembre).
Economistas como Julio Raudales consideran que la medida afectará los ingresos tributarios y llevaría al uso de más deuda externa, pero otros estiman que el Gobierno mantendrá un ingreso de más de 30 lempiras por galón por el cobro del cargo fiscal en dólares.
Liliana Castillo, ex presidente del Colegio de Economistas, considera que si la medida es transitoria es factible, porque “recordemos que ya hemos tenido otros años donde ha habido aumentos fuertes en el precio de los combustibles en períodos electorales”.
A diferencia de otros bienes, explicó, la demanda del crudo no define necesariamente el precio final. “Recordemos que hay dos variables a nivel nacional que están incidiendo en este precio que no tienen que ver con el precio internacional, ni con el tema de los fletes: los impuestos y la devaluación del lempira”.
“Honduras es el segundo país en la región que tiene el impuesto más alto a los combustibles y está expresado en dólares, es de 1.41 dólares a la superior, sólo lo supera Costa Rica. El país que tiene más bajo el impuesto es Guatemala con 0.58 centavos, es casi el triple lo que tenemos nosotros en relación a Guatemala, por ejemplo”, apuntó.
El otro tema que incidió mucho fue la depreciación que se dio de la moneda entre el 11 de agosto y el 16 de septiembre que fue de 0.37 centavos, por cada galón de combustible eran 0.52 centavos sólo en impuesto sin tomar en cuenta el aumento en el precio en sí del combustible.
La economista advirtió que el subsidio, que debe de reglamentarse por la Secretaria de Energía, debe ser analizado mesuradamente para evitar que impacte en la economía y los ingresos públicos.
También que no se extienda más de lo necesario y que de preferencia sea focalizado ya que existe una parte de la población con capacidad para pagar los aumentos a las gasolinas.