Es un “ajuste bajo” y con poco impacto, sostiene comisionado
El precio del kilovatio hora de energía residencial será de 4.46 lempiras a partir del 1 de enero de 2021, un aumento de 3,75% en relación a este mes, confirmó la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE).
El ente regulador confirmó el segundo aumento trimestral consecutivo a las tarifas de energía con un promedio de 3,48%, que van desde los 0.13 a los 0,16 centavos por kilovatio hora.
Para una persona que consume 200 kwh al mes el pago pasará de 811.47 lempiras (incluye 165.48 lempiras por los primeros 50 kwh/m) a 841.61 lempiras (171.40 lempiras por los primeros 50 kwh/m). Es decir un aumento de 30 lempiras mensuales.
Además pagará por alumbrado público que tiene un cargo fijo (58.68 lempiras al mes) y otro por cada kwh (3,46 lempiras). También tienen alza la tarifa comercial e industrial en los servicios de baja, media y alta tensión.
En octubre anterior las tarifas aumentaron 1,23%.
El comisionado presidente de la CREE, José Morán, sostiene que “el plan de generación y el alza a las gasolinas”, usadas en la generación, entre otras razones determinaron el aumento de la tarifa.
La mayor generación hidroeléctrica por el aumento de los embalses tras las tormentas Eta e Iota, además de la entrada en operación de Patuca III, habrían “evitado” un mayor incremento, según el análisis de la CREE y del operador del sistema, ODS.
Morán estima que la tarifa es un “costo bajo” para que impacte en producción de la industria y el comercio.
“En mi opinión, es un costo suficientemente bajo para que ese impacto no sea significativo. Uno considera cambios significativos cuando son del orden del 10 por ciento para arriba, esto pareciera que es un costo, es un ajuste realmente pequeño”, expresó.
“Más daño se le hace a los usuarios con el largo plazo si uno no hace los costos reales, porque eso significa entonces que se puede llegar a un desabastecimiento, que eso es peor o que se incrementen los costos por un tema de deuda, porque la ENEE no puede pagar sus costos de compra de energía o porque no se haga la suficiente inversión y se incrementen las pérdidas”, declaró.
El Sindicato de la ENEE, es el primero en rechazar las cifras de la CREE y la ODS, al señalar que las proyecciones eran de estabilidad para inicio del año, porque las represas están llenas y el costo de generación ha bajado.
“Sin duda, la visión era que entráramos al 2021 con una tarifa mínimamente estable por la menor demanda y mayor capacidad hidroeléctrica, esto es injusto, porque va a incrementar la canasta básica y perderemos competitividad como señalan los empresarios”, dijo el presidente del STENEE, Miguel Aguilar.
Las últimas revisiones de la CREE confirman que el precio de las gasolinas define las tarifas con un mayor peso que la capacidad de generación hidroeléctrica y la revaluación del lempira frente al dólar.
Los resultados del análisis de la ODS se publicarán la próxima semana.