China y Estados Unidos volvieron este jueves (miércoles, en el horario de Washington) a mantener una conversación sobre cuestiones comerciales, la tercera en las últimas dos semanas, informó el Ministerio de Comercio de China.
A través de un breve comunicado publicado en su página web, el citado ministerio detalló que el responsable de Comercio, Wang Wentao, mantuvo una conversación telefónica con su homóloga estadounidense, la secretaria de Comercio Gina Raimondo.
En ella, “intercambiaron opiniones de manera sincera y pragmática sobre preocupaciones comunes en el terreno del comercio entre China y EE UU”, indicó el texto.
“Ambas partes -agregó el comunicado- declararon que el diálogo y los intercambios en el campo de los negocios entre China y Estados Unidos son muy importantes, y acodaron promover el desarrollo saludable de una cooperación pragmática en comercio e inversiones”.
El texto del Ministerio de Comercio de China indicó que tanto Wang como Raimondo coincidieron en la necesidad de continuar en contacto.
Se trata de la tercera vez en el lapso de dos semanas que trasciende que Pekín y Washington dialogan sobre materia comercial, después de la reunión virtual entre el líder negociador chino y uno de los cuatro vice primeros ministros del país asiático, Liu He, con la secretaria estadounidense del Tesoro, Janet Yellen, el pasado 2 de junio (en horario de Pekín), y la de Liu con la representante comercial estadounidense, Katherine Tai, el 27 de mayo.
Esta última fue la primera ocasión -desde el acceso de Biden a la Presidencia estadounidense- en la que Pekín y Washington abordaron de manera oficial sus relaciones comerciales, estancadas desde marzo de 2018 por la guerra comercial iniciada por el expresidente Donald Trump.
El pasado mes de marzo, Tai adelantó que Washington no preveía levantar a corto plazo los aranceles impuestos a los productos chinos durante la Administración Trump.
Durante el Gobierno de Trump, EE UU impuso aranceles a productos chinos por valor de unos 370.000 millones de dólares (303.558 millones de euros) anuales, en torno a tres cuartas partes de las exportaciones del país asiático, a lo que Pekín respondió con sus propias medidas contra las exportaciones estadounidenses.
La relación entre ambos países comenzó a deteriorarse en marzo de 2018, con el inicio de la guerra comercial y el consecuente intercambio de imposiciones arancelarias, y derivó después en enfrentamientos en los planos diplomático y tecnológico, entre otros.