Bancos de capital hondureño operan en el mercado salvadoreño
Moody’s Investors Service confirmó las calificaciones de emisor de deuda a largo plazo de El Salvador en B3, pero cambió la perspectiva a Negativa. Con esto concluye la revisión para la degradación que se inició el 16 de noviembre de 2020.
La agencia calificadora explicó que la perspectiva negativa “captura los riesgos crediticios asociados con los riesgos de implementación de sus próximos esfuerzos de ajuste fiscal, los altos riesgos de liquidez impulsados por las grandes necesidades brutas de financiamiento en 2021-23 y las preocupaciones persistentes sobre la sostenibilidad de la deuda a pesar de un ajuste fiscal esperado”.
Según la tabla de calificaciones de Moody’s, las obligaciones con calificación AAA se consideran de la más alta calidad y están sujetas al riesgo crediticio mínimo, las B se consideran especulativas y están sujetas a un riesgo crediticio alto.
El Salvador está en el último peldaño antes de caer en Caa, que consideran especulativas con mala reputación y están sujetas a un riesgo crediticio muy alto.
Aunque la institución cree que el Gobierno salvadoreño comenzará a consolidar sus finanzas este año y hasta 2022, advierte que “es poco probable” que la deuda se estabilice, superando el 90 % del Producto Interno Bruto y se necesitará acceso al mercado en 2022, ya que un bono de $800 millones vence en enero de 2023.
Además, la capacidad de El Salvador de depender del financiamiento local se ha reducido a medida que un aumento significativo en la deuda a corto plazo ha llevado la capacidad de absorción del mercado interno a su límite.
Si bien los bancos locales pueden estar dispuestos a aumentar su exposición a la deuda a corto plazo, en forma de Letras del Tesoro (LETES) o Certificados del Tesoro (CETES), Moody’s cree que no podrán aumentar materialmente sus tenencias en mucho más.
El efecto para los bancos
Moody’s ha confirmado todas las calificaciones y evaluaciones de largo plazo del Banco de Desarrollo de la República de El Salvador (BANDESAL) y Banco Agrícola; sin embargo, la perspectiva de las calificaciones de los bancos se cambió a negativa.
En Honduras al menos cinco bancos y tres financieras han sido colocadas con perspectiva negativa por Fitch Ratings.
Al confirmar las calificaciones de la emisión de deuda de corto y largo plazo de los dos bancos salvadoreños, Moody’s señaló que ambos tienen perfiles financieros “altamente correlacionados con la solvencia crediticia de El Salvador”, a través de las condiciones macroeconómicas y la exposición del sistema bancario al riesgo del gobierno, en forma de tenencias de bonos.
“La creciente incertidumbre sobre las finanzas del gobierno de El Salvador, que es la base de la perspectiva negativa de sus calificaciones, desafía el riesgo de activos, la rentabilidad y las perspectivas de financiamiento de estos bancos”, señala el reporte de Moody’s.
Directivos de Banco Agrícola, comentaron que la calificación de depósitos otorgada por la agencia (B1) se ubica por arriba del soberano (B3), gracias al respaldo del grupo Bancolombia, que les permite garantizar los fondos de los clientes y accionistas.