La ministra de Finanzas, Rocío Tábora, señaló que el alto endeudamiento público del país (de unos 10.000 millones de dólares), genera un millonario pago anual que restringe el impulso del presupuesto público a la economía nacional.
Reconoció que los 40.000 millones de lempiras pagados en servicio de la deuda externa limitan los resultados de la lucha para reducir la pobreza y por eso se deben enfrentar importantes retos este año.
Calidad del gasto
“Creo que la Secretaría de Finanzas tiene primero que hacer un control de la calidad de lo que se invierte. La calidad del gasto que las Secretarías tienen asignadas en el presupuesto empezando por Educación y Salud que tiene grandes partidas” señaló.
“Hay un equipo de analistas de las diferentes direcciones de la Secretaría de Finanzas, para que apoyen a Salud y Educación porque son Secretarías que urgen de una reestructuración del presupuesto”, anunció.
También se revisará el tema con los entes descentralizadas donde se dará prioridad a la planificación del presupuesto del 2019.
“Otro tema unido a la calidad del gasto es el buen uso del dinero público y austeridad, por ejemplo uso de carros del Estado y gastos operativos y de protocolo que no ameriten”, agregó.
Vamos a iniciar un proceso de instalación de contadores prepago en instituciones públicas, donde tendrán asignado lo que tienen presupuestado, dijo la funcionaria.
Esta medida, estiman los analistas, podría provocar una mayor lentitud en los proceso burocráticos cuando “se queden sin saldo”, en sus contadores presupuestarios.
Deuda y “bonos condicionados”
El endeudamiento público para financiar el gasto del presupuesto y proyectos de inversión, continuará este año, aunque se “ha controlado” al bajar de 700 a 300 millones de dólares de aumento anual.
A criterio de Tábora está es una gran mejoría teniendo en cuenta que mucho del endeudamiento se originó “tras la crisis política de 2009” (Golpe de Estado), y que ahora se busca cambiar de plazo y menor tasa de interés.
Recordó que se pagan 40.000 millones de lempiras anuales y eso debe reducirse a corto tiempo.
Un nuevo mecanismo en el tema de dueda se aplicará con los desembolso del BID (de 380 millones de dólares en cuatro años), destinados en parte para financiar los programas de bonos del Estado a familias pobres..
“Iniciaremos con el BID y la Secretaría de Desarrollo Social, un nuevo enfoque de trabajo territorial. Con un cambio de estrategia en el tema de reducción de pobreza, donde no solamente se entregue un bono, sino que a fomentar el trabajo y la productividad de las familias pobres”, destacó.
ENEE y Hondutel
Las otrora poderosas empresas públicas de energía y telecomunicaciones han caído a nivel de bancarrota y la funcionaria estimó que este año se deben tomar decisiones trascendentales por parte del gobierno.
En el caso de la ENEE, que tiene un déficit de más de 35.000 millones de lempiras y pérdidas anuales del 27% de lo que se produce en energía, la funcionaria confía en que la “negociación de contratos”, resuelva gran parte del problema.
Agregó que las tarifas deben coincidir con los precios de compra. “Esto es trasladar el mal manejo administrativo de la ENEE al pueblo”, estima el economista, Martín Barahona.
Tábora responde que realizarán una reunión con directivos y sindicato de la ENEE, para que dialoguemos y miremos, como dicen, en una página en limpio cuáles son realmente las opciones que tenemos”.
La próxima semana se tendrá una reunión similar para analizar el futuro de Hondutel, empresa que cuenta con la mayor plataforma de telecomunicaciones del país, pero que ha sido desplazada por los operadores privados de telefonía celular.