BofA alerta de caídas en el petróleo por inventarios y menos demanda

Los inversores deben esperar más caídas en el precio del petróleo de aquí a que acabe el año… e incluso en 2025. Así de contundentes son las previsiones de los estrategas de Bank of America (BofA), que creen que el ‘oro negro’ seguirá retrocediendo ante unos inventarios que no dejan de subir y una demanda que no hace más que desacelerarse.

“Hay muchas presiones a la baja”, dice Francisco Blanch, responsable global de materias y primas y derivados de Bank of America, en un reciente informe sobre el crudo. Este experto ve problemas dado que los inventarios mundiales no dejan de aumentar.

Tal y como dice, a medida que las tensiones en Oriente Medio se redujeron y los riesgos percibidos de interrupciones del suministro se desvanecieron en abril, “el mercado del petróleo volvió a centrarse en los fundamentales, que han sido débiles durante algún tiempo”.

Así, los inventarios mundiales de crudo, el almacenamiento de productos refinados en EE UU, Singapur y la ARA, el almacenamiento flotante y el petróleo en tránsito “aumentaron más de 200 millones de barriles desde febrero, lo que equivale a aproximadamente 1,7 millones de barriles diarios”.

“Es cierto que parte de este aumento de almacenamiento es estacional, como el propano estadounidense, pero los inventarios han aumentado a un ritmo inusual” en el segundo trimestre del año, comenta Blanch. Y es que China, otras APAC y Europa registraron un aumento de los inventarios de crudo de 59 millones de barriles, 18 millones de barriles y 22 millones de barriles desde finales de marzo, respectivamente.

Explica este analista que, “como era de esperar, los precios y la estructura del petróleo se han suavizado en respuesta a la debilidad de los fundamentos”, y ahora en BofA esperan que las caídas continúen en lo que resta del año.

Su proyección es que el barril de tipo Brent, de referencia en Europa, se sitúe en el tercer trimestre del año en un precio promedio de 90 dólares, y bajará a 86 dólares en el cuarto trimestre. Tras eso, se situará en unos 80 dólares/barril en 2025.

Aunque a esta situación no solo contribuirá el aumento de los inventarios. También será clave el debilitamiento de la demanda.

“El crecimiento de la oferta ha contribuido al superávit, pero la demanda también está desempeñando su papel”, destaca Blanch, que resalta que el crecimiento del consumo se desaceleró “claramente” en el primer trimestre del año, con un promedio de 890.000 barriles diarios interanuales, por debajo de los 2,1 millones de barriles diarios de media durante 2024.

Asimismo, la demanda de la OCDE disminuyó 290.000 barriles diarios en el primer trimestre, situándose 840.000 barriles diarios, por debajo de los niveles del primer trimestre de 2022. Por su parte, el crecimiento de los países no pertenecientes a la OCDE se desaceleró hasta los +1,18 millones de barriles diarios en el primer trimestre, frente a una tasa de crecimiento media anual de 2,1 millones de barriles diarios en 2024.

“Aunque el uso en América del Norte aumentó en el primer trimestre, los datos sugieren que el consumo de EE UU ha tropezado en el segundo trimestre”, dice el analista de BofA. De hecho, comenta que la demanda de gasolina en Estados Unidos ha caído 230.000 barriles diarios en el segundo trimestre, según datos semanales, y la demanda de diésel ha sido 220.000 barriles diarios inferior en el mismo periodo.

Sin olvidar lo ocurrido en China, donde el uso de diésel se contrajo un 3% interanual en marzo y abril, pero la demanda de gasolina ha tendido a aumentar. India, por su parte, sigue siendo uno de los puntos brillantes para la demanda de petróleo, con un aumento del consumo de alrededor del 3,5% en lo que va de año sobre la base del tonelaje.

El riesgo es indudable

Con este panorama, dice Blanch, el riesgo para los precios y los márgenes es indudable, y así seguirá todo a menos que haya un verdadero cambio en el tercer trimestre. “El consenso espera precios más altos del petróleo en el tercer trimestre. Sin embargo, aún no está claro si los balances se fortalecerán lo suficiente en esos tres meses como para que el mercado pase de un gran superávit aparente a un déficit que pueda elevar los precios”, dice el experto de BofA.

Cree que la ampliación de los recortes de la OPEP+ “ayudará, especialmente si el cumplimiento es alto y Rusia, Irak y Kazajistán compensan el incumplimiento insuficiente durante los meses de verano”.

Además, recuerda que la demanda “suele aumentar en el tercer trimestre y podría recibir un impulso si la fabricación se reacelera o si el estímulo chino entra en acción”. Es más, considera que incluso “la baja longitud de las especificaciones podría alimentar un repunte volátil si surge un catalizador alcista”.

No obstante, avisa: “Si la acumulación de inventarios persiste en el tercer trimestre, es probable que los precios y la estructura del petróleo se vean presionados”. Y ese es el caso base que ahora mismo manejan en Bank of America.

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