El beneficio neto del banco suizo UBS se elevó en el primer semestre del año a 2.890 millones de dólares, un resultado no comparable con el del mismo periodo del año anterior, que fue diez veces superior por el impacto de la adquisición del banco rival Credit Suisse.
Este último era considerado en ese momento como la segunda entidad financiera más importante de Suiza, pero debió ser absorbido en la urgencia por UBS -en una operación promovida por el gobierno- ante el riesgo de que quebrara precipitadamente tras un largo periodo de escándalos que dañaron su reputación y las repercusiones de una ola de pánico bancario que se levantó en Estados Unidos.
UBS señaló mediante un comunicado que la integración de Credit Suisse debería generar gastos de integración de unos 1.100 millones de dólares en el tercer trimestre, una cifra que debería ser compensada en parte por el efecto contable positivo de 600 millones de dólares relacionados con esta misma operación.
A nivel de ingresos, UBS reportó la cifra de 24.642 millones de dólares, frente a gastos operativos de 20.597 millones. Una parte considerable de las entradas de dinero fue obtenida por la actividad de gestión de fortunas.
El banco aseguró que está logrando sus objetivos de reducción de riesgos, con una reducción de gastos de 900 millones de dólares reportados para el segundo trimestre del año (de un objetivo total de ahorro de 6.000 millones de dólares desde el inicio del año).
“Entramos a una fase de integración durante la cual será importante conseguir nuevamente ganancias en cuantos a costos, capital, financiación y capital”, indicó el consejero delegado de UBS, Segio Ermotti.