Centroamérica atraviesa la más peligrosa situación política desde época de militares

Democracia se deteriora y Centroamérica camina hacia la autocratización señala el VII Informe de la Región

Al cumplirse el primer cuarto del siglo XXI, la región de Centroamérica y República Dominicana (CARD) “atraviesa por la peor y más peligrosa situación política desde la época de los conflictos militares”, señala el Programa Estado de la Nación (PEN).

En alianza con la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), se presentó el tercer volumen del Séptimo Informe de Estado de la Región, que analiza el desarrollo humano sostenible en los países CARD reconociendo avances, pero con un avance hacia la autocratización política.

“En los últimos años, los países han experimentado retrocesos políticos e institucionales que, en algunos casos, han erosionado o anulado por completo la posibilidad de contar con libertades, derechos y garantías para la convivencia democrática en sociedad y para la estabilidad y seguridad jurídica que requieren los negocios y el funcionamiento de la economía”, advierte el programa.

Esta situación coincide con un contexto internacional convulso e incierto que implica riesgos para sociedades con economías abiertas como las de CARD, y dinámicas ambientales y demográficas que reducen los márgenes de maniobra disponibles para la acción pública.

En este contexto, no actuar o “hacer más de lo mismo” implicará dejar de aprovechar los beneficios (y maximizar las amenazas) asociadas a procesos que hoy son una realidad en la región como la transición demográfica, los cambios productivos asociados a la Cuarta Revolución industrial, la irrupción de la inteligencia artificial y la adaptación al cambio climático.

Diversidad de sistemas políticos propicia tensiones entre los países

En la actualidad, la región CARD alberga una gran diversidad de regímenes políticos, desde una democracia liberal hasta autocracias, semi democracias y regímenes híbridos, sistemas que combinan rasgos democráticos con otros autoritarios. Este es un hecho llamativo para un pequeño espacio geográfico vinculado entre sí por lazos históricos, económicos, sociales, ambientales, culturales y políticos.

La diversidad política puede presentar desafíos para la coordinación y la gestión de las dinámicas compartidas del desarrollo, como lo evidencia el debilitamiento del proceso de integración centroamericano. Investigaciones académicas demuestran que las democracias tienden a tener relaciones estables entre sí, mientras que las interacciones entre dictaduras y democracias suelen ser conflictivas, y los regímenes híbridos son más propensos a la inestabilidad política en comparación con los sistemas democráticos.

Esta variedad de sistemas políticos es resultado de procesos de regresión democrática o autocratización en varios paísesde CARD. En dos de ellos (Nicaragua y El Salvador), las evaluaciones internacionales coinciden en señalar que hoy experimentan situaciones similares o peores a los momentos de mayor inestabilidad social y política en el siglo XX.

En Guatemala y Honduras, los resultados son mixtos y, en todo caso, volátiles. Dos indicadores de ese retroceso son la concentración del poder en la presidencia y las restricciones a la libertad de expresión. El ataque a la independencia del Poder Judicial es una de las principales manifestaciones de ese deterioro, cuyas manifestaciones han oscilado entre el atentado a la integridad física de personas funcionarias o su destitución irregular y la restricción de presupuestos para limitar el adecuado funcionamiento de las instituciones, aspectos sobre los que ha llamado la atención distintos informes de organizaciones internacionales como Cejil, FDPL y Fecajud.

Autocratización

De acuerdo con el análisis de los perfiles de apoyo a la democracia y el autoritarismo elaborado para este Informe (PEN 2025), en la mayoría de los países de la región CARD los grupos más grandes de población son los denominados “populistas”: personas que dicen
apoyar la democracia como mejor régimen de gobierno, pero estarían de acuerdo en respaldar la concentración de poder en un líder fuerte que resuelva los problemas, incluso si no cumple del todo con las reglas de la democracia.

“En El Salvador, este grupo representa el 60% del total de la población, en la República Dominicana y Nicaragua, es de alrededor del 42% y en Costa Rica y Panamá oscila entre el 37% y el 39%. En Guatemala y Honduras, el porcentaje es mucho menor

En todos los países, el grupo llamado “demócratas”; es decir, las personas que manifiestan respaldo a la democracia como el mejor régimen de gobierno y que se oponen a ceder el control de la institucionalidad a un líder fuerte y sin limitaciones, es mayor al grupo de las personas abiertamente autoritarias.

El informe también destaca que la región opera en un entorno internacional complejo y cambiante, marcado por tensiones geopolíticas.

En este contexto, las sociedades de Centroamérica y República Dominicana se enfrentan a dos decisiones clave: Fortalecer la democracia, como vía para lograr consensos y mejorar la calidad de vida de las personas e impulsar la integración regional para enfrentar un contexto internacional incierto y generar soluciones conjuntas a problemas compartidos.

El Informe hace un llamado a los gobiernos, la ciudadanía y la sociedad civil a trabajar en conjunto para fortalecer las democracias, reducir las brechas sociales y proteger el patrimonio ambiental, sentando las bases de un modelo de desarrollo más justo e inclusivo

Artículo anteriorEEUU ataca una lancha procedente de Venezuela y causa 11 muertos
Artículo siguienteKraft Heinz anunció que se separará en dos empresas que cotizarán en bolsa