La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), redujo a 2,9% la proyección de crecimiento económico de Honduras, pero se mantiene entre los 10 países latinoamericanos con aumento.
Y que en el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, entregado por la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, reveló que América Latina va a tener una reducción en su crecimiento, pasando de 0,5% a 0,1% este año.
“La región va a tener una descaeleración hasta llegar al 0,1% de crecimiento, luego de que habíamos estimado 0,5%. En Latinoamérica hay 14 países que tienen un crecimiento de -1%.
Las economías que más dinamismo muestran son Dominica, Repíblica Dominicana, Guyana y Panamá. América Central va a tener un crecimiento de 2,4%, el Caribe de 1,4% y América del Sur de -0,1%, entrando de nuevo a una tasa negativa. Ecuador, Haití, Nicaragua y Venezuela crecen negativamente”.
“Se presenta una desaceleración generalizada y sincronizada América Latina. Se desacelera la demanda interna y a este contexto se suman las demandas sociales. La región no aguanta la política de ajuste, y más bien requiere políticas de estímulo”, señaló Bárcena.
La desaceleración de China (6,1% este año y 5,8% para 2020), el debilitamiento del comercio mundial y la vulnerabilidad financiera, son los tres signos de la desaceleración.
Centroamérica baja 1,1%, en relación al 2018 (3,5%), mientras Honduras pasaría de 3,8% del 2018 a 2,9% este año. La principal baja regional es de Nicaragua que este año sería de -5,3%.
Cepal expone señales de alerta
Bárcena advierte que se acentúan las vulnerabilidades financieras. “La deuda global aumenta a una tasa de expansión del 320%, mayor al PIB mundial”. Agregó que sectores como los fondos de pensiones, buscan rentabilidades en dimensiones de menor riesgo.
En cuanto a los productos primarios, señaló que hay una caída en 2019 del 5,4% y que para 2020 esta cifra se ubicará en -1,9%, “esto tiene grandes impactos en una región tan sensible como la nuestra”.
Para la Cepal hay cinco señales de alerta:
1. Es el sexto año de bajo crecimiento para la región, situación que se mantendrá en 2020. El PIB per cápita se ha contraído, entre 2014 y 2019, 4%.
2. La desaceleración se generaliza en más economías y sectores.
3. Hay menor volumen de comercio y términos de intercambio menos favorables.
4. La demanda agregada interna se debilita: consumo e inversión desaceleran o se contaren; baja contribución del gasto público al crecimiento y se reduce el crédito interno.
5. La desigualdad ha salido a relucir y atenta contra el crecimiento económico de la región. “Nos ha llevado a un deterioro del empleo y baja protección social”, dijo Bárcena.
Sobre los precios de los commodities (materias primas), explicó que cada vez son menores y eso implica un deterioro en los términos de intercambio. Recordemos que la región depende en gran medida de los commodities.
Los efectos de la guerra comercial no dan espera. “La desaceleración de la demanda externa han hecho que haya un menor volumen en las exportaciones, pasamos del 2,6% de 2018 al 0,6% en 2019 y la perspectiva no es muy alentadora”, aseveró Bárcena.
Agregó que lo mismo sucede con las importaciones, las cuales están muy vinculadas con los bienes de capital. Si bien la región presenta una situación compleja, “hasta a ahora se ha mantenido en el déficit de cuenta corriente, aunque ha habido una reducción de ingresos en materia de ingresos” dijo.
Por su parte, la inversión extranjera se debilita entre 2014 y 2019 por -2,4 puntos porcentuales, pasando de 20,5% a 18,1%. “Países que han mantenido niveles de inversión como Colombia, ha logrado un buen balance”, dijo.
Otro de los puntos que resaltó en la entrega del informe es que la desocupación nacional aumentó de 8% a 8,2%, con 1 millón de personas en calidad de desocupados.
Bárcena explicó que “la calidad del empleo ha sufrido un deterioro en la mayoría de los países, el subempleo horario y la informalidad han aumentado prácticamente en todos los países, con excepciones como Perú”.
Política fiscal y monetaria
“Vemos un estancamiento de los ingresos fiscales, se estancan en 18,1%. Se han podido mantener estables en algunos países por el activismo fiscal de la región, por la reformas tributarias. Hay que seguir aumentando la tributación. Esto limita la capacidad de expandir el gasto corriente que nos impone una alerta que el gasto social puede ser castigado cuando más se necesite”, dijo Bárcena.
Señaló, además que el ritmo de endeudamiento no ha bajado en la región y eso “nos preocupa si en la región se sigue manteniendo estos niveles”.
“Una buena noticia es que la inflación se encuentra en niveles históricamente bajos y con tendencia a la baja, sin incluir a Argentina, Venezuela y Haití. América del Sur ha logrado controlar su inflación, un mayor espacio para una política monetaria expansiva. La tasas de política en niveles bajos en Brasil, Chile y Colombia, a excepción de México”, explicó.