Mauricio Claver-Carone dejará el gobierno de Donald Trump por fuertes diferencias con Marco Rubio, el jefe del Departamento de Estado. Carone era un furibundo crítico del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a quien atribuía su caída de la presidencia del BID, en medio de un escándalo por un supuesto romance con una empleada.
Carone había sido designado por Trump como enviado Especial del Departamento de Estado para América Latina, un cargo clave para la relación con la región, una posición que significó una amenaza a la relación directa de Rubio, que como el ahora ex funcionario tiene especial interés en Latinoamérica. Los dos vienen de familias latinas y hablan perfecto español.
La caída de Claver-Carone fue festejada por el equipo económico de Argentina, que tuvo que soportar durante la negociación con el FMI el torpedeo del ahora ex funcionario trumpista, que pidió que cancelen el swap con China. “Actúan como los peronistas que se gastan las reservas para sostener el dólar”, afirmó en una de sus declaraciones más duras contra el equipo económico argentino.
El ahora ex funcionario filtró que dejó el cargo para volver a conducir su empresa privada, Lara Fund, un fondo de inversión con sede en Miami. Para eso invocará la Ley de 130 días, que permite que una persona sirva como empleado especial del gobierno federal en Estados Unidos, sin nominación formal del Senado, por esa cantidad de días.
Carone había sido designado por Trump como enviado Especial del Departamento de Estado para América Latina, un cargo clave para la relación con la región que significó una amenaza al secretario Marco Rubio, que también tiene especial interés en América Latina.