El cierre de empresas, suspensiones laborales y despidos, está impactando en la educación privada del país al reducirse en casi el 25% el número de matriculados este año y con el agravante que también bajó la matrícula pública, lo que dejaría a miles de jóvenes sin educación este año.
De acuerdo con el registro privado, la matrícula al mes de marzo llegó a 230.000 estudiantes, una reducción de casi 80.000 en comparación con marzo del 2020.
Según Carlos Héctor Sabillón, Gerente de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas de Honduras, la problemática se agrava por la “alta mora” en los colegios. Uno de los problemas en la mayoría de los colegios es que no bajaron los cobros de colegiaturas el año pasado, aún con el cierre de la economía.
Gastos en educación privada aumentaron 35% en cinco años.
“La pandemia ha impactado de diferentes maneras, en primer lugar, desde el punto de vista de números de matriculados para este año, por ejemplo, de una matrícula que teníamos a marzo del año pasado de más de 300 mil alumnos, en este momento se ha reducido más o menos unos 230 mil, es una reducción de más de 80 mil”, declaró.
En términos financieros enfrentan el problema de la alta morosidad. “Hay muchos centros educativos que han suspendido sus operaciones o han suspendido personal, o han despedido personal, están con altas deudas”, agregó.
La educación es de los pocos sectores en el país, exonerado del pago de impuestos.
Sabillón cuestionó también la baja cobertura de señal de Internet en el país. “Eso no solamente es en el sector público, el sector privado busca cómo suplir esa necesidad, pero desgraciadamente la cobertura digital es incompleta unido a muchos muchos alumnos o en muchos hogares tal vez sólo se cuente con un tipo de acceso (celular)”.
Para el país el daño sería irreparable. “No solamente es el impacto en los números, en las cantidades, menos alumnos matriculados, mayor deserción, el problema más grave es la calidad de los aprendizajes que se están teniendo. Esto nos va a tomar muchos años, esto no es que va a pasar para el próximo año, porque los alumnos que el año pasado y este año no están recibiendo una educación completa esos alumnos, van a tener ese retraso en los años por venir”, advirtió.
El directivo le recordó al Gobierno que antes de la pandemia el sistema educativo del país tenía un fuerte retraso con otros países y regiones. A nivel centroamericano Costa Rica sacaba dos años de ventaja (en el sector privado) y en Latinoamérica Chile nos llevaba tres años, opinó Sabillón.
Para la dirigencia magisterial las distancias son más grandes en el sector público, al igual que el número de deserciones que se registran este año. La pandemia ha expuesto más la frágil infraestructura educativa y la pobreza deja a miles sin acceso a la educación para este año.