La nueva ley de la Unión Europea (UE) para regular la inteligencia artificial (IA), una legislación inédita a nivel mundial entró este jueves en vigor con el objetivo de fomentar la innovación en Europa y limitar los posibles abusos de esta nueva tecnología.
“Hoy entra en vigor la Ley de Inteligencia Artificial”, escribió Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, en la red social X. Se trata del “marco pionero de Europa para una IA innovadora y segura”, añadió la dirigente del brazo ejecutivo del bloque de 27 Estados miembros.
Von del Leyen aseguró que la nueva normativa “impulsará el desarrollo de una IA en la que los europeos puedan confiar”. “Brindará apoyo a las pymes [pequeñas y medianas empresas] y a las empresas emergentes europeas para llevar al mercado soluciones de IA de vanguardia”, continuó.
La mayor parte de la legislación se aplicará a partir de 2026 pero algunas disposiciones ya serán vinculantes el año que viene.
Respeto a los derechos fundamentales
La ley permite o prohíbe el uso de la inteligencia artificial en función del riesgo que genera para las personas e identifica sistemas de alto riesgo que solo se podrán utilizar si respetan los derechos fundamentales.
En concreto, distingue entre sistemas de IA que presentan un “riesgo inaceptable” por ser una amenaza para los derechos fundamentales y que estarán prohibidos; sistemas de “alto riesgo”, que no estarán vetados pero sí sujetos a estrictos requisitos; IA con riesgos de transparencia, como los ‘chatbots’; y sistemas de riesgo “mínimo”, que son la mayoría y no estarán sujetos a las normas.
Asimismo, prohíbe la vigilancia masiva en espacios públicos, pero permite que en ciertos casos las fuerzas del orden puedan emplear las cámaras de identificación biométrica con previa autorización judicial, lo que constituyó uno de los puntos más difíciles de las negociaciones entre Eurocámara y Estados para pactar la ley.
Otros sistemas de IA que se consideran de alto riesgo, como los que recopilan datos biométricos y los que se utilizan para infraestructuras críticas o decisiones laborales, tendrán que cumplir las normas más estrictas. Entre las exigencias, las empresas tendrán que mostrar sus conjuntos de datos de entrenamiento de IA y también deberán aportar pruebas de supervisión humana, entre otros requisitos.
Thomas Regnier, portavoz de la Comisión Europea, aseguró que “alrededor del 85% de las empresas de IA” actuales entran en la tercera categoría de “riesgo mínimo”, con muy poca regulación exigida.
La entrada en vigencia de la normativa exigirá a los Estados de la UE crear autoridades nacionales competentes – con límite en agosto – que supervisen la aplicación de la normativa en su país. A su vez, los miembros de la comisión europea se preparan para acelerar las inversiones en IA, con una inyección esperada de 1.000 millones de euros en 2024 y hasta 20.000 millones en 2030.
El nuevo reglamento fue adoptado por los 27 Estados miembros de la UE el 21 de mayo tras ser adoptado por el Parlamento Europeo con una amplia mayoría.