La problemática comercial fiscal que vive la empresa camaronera Granjas Marinas solo expone uno de los efectos de las exoneraciones otorgadas por regímenes especiales para la exportación.
Y es que un gran número de empresas iniciaron operaciones en mecanismos como el RIT (Régimen de Importación Temporal) que les otorgó una serie de beneficios en el pago de impuestos, pero por un plazo de 10 años.
Ahora estas empresas buscan acogerse a una régimen especial, el de Zona Libre (ZOLI) que permite extender esos beneficios e incluso el pago de tasas munIcipales.
En el caso de Granjas Marinas, la Secretaría de Desarrollo Económico dictaminó contra a la petición y estimó que el impacto fiscal supera los 1.100 millones de lempiras.
Según el análisis del gobierno, tampoco es que, si no se hace, se perderían empleos, como señalan los directivos de Granjas Marinas, ya que se han beneficiado por 10 años y siguen con algunas prebendas.
“El impacto que hemos venido revisando sería de más de 1,164 millones si las empresas pasan a ZOLI, es un impuesto que se ha venido pagando y destinando para programas sociales”, apuntó Arnaldo Castillo, titular de la SDE.
“Como gobierno velamos por los intereses comunes, no solo de una empresa, y aclarar el efecto que eso va a traer a las municipalidades si no se pagan los impuestos”, declaró Arnaldo Castillo.
Más empresas seguirán
Para la ministra de Finanzas, Rocío Tábora, se ha seguido el procedimiento legal y tanto la Secretaría de Desarrollo “como los alcaldes han manifestado que no están de acuerdo porque perderían un tema de recaudación”.
“No solamente es esa empresa, habría como 40 más, que se trasladarían a ese sistema (ZOLI). Mi equipo está haciendo el análisis, desde el punto de vista de competitividad, el impacto en las finanzas públicas y de justicia tributaria”, enfatiza la funcionaria.
Agregó que las inversiones extranjeras en el país, tanto en regímenes especiales o de otros sectores, “no se ha incrementado de una manera significativa, hay un leve crecimiento, pero no todavía la que necesitaríamos”.
Tábora lamentó que sea la inversión púbica la que este repuntando con más de 23.000 millones de lempiras en el segundo semestre del año, muy superior a lo que se proyecta en el Banco Central en inversiones extranjeras.
Los flujos de IED crecen un 4 a 5% anual y se mantienen en alrededor de 1.200 millones de dólares anuales, en su mayoría por reinversiones.
“El país necesitaría que, por lo menos, anualmente la inversión creciera como 1,500 millones de dólares aquí al 2030 para tener una mayor generación de empleo y ver una reducción de la pobreza”, concluyó Tábora.