El pronóstico económico del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de Estados Unidos de junio siguió asumiendo que el endurecimiento de las condiciones crediticias bancarias, conducirán a una recesión leve a partir de finales de este año, seguida de una recuperación a ritmo moderado.
“Se proyectó que el PIB real se desaceleraría en el trimestre actual y el próximo antes de caer modestamente tanto en el cuarto trimestre de este año como en el primer trimestre del próximo año. Se proyectó que el crecimiento del PIB real durante 2024 y 2025 estaría por debajo de la estimación del personal técnico sobre el crecimiento potencial de la producción”, consigna el documento.
Además se pronosticó que la tasa de desempleo aumentaría este año y alcanzaría su punto máximo en 2024, manteniéndose cerca de ese nivel hasta 2025.
Sin embargo, las proyecciones apuntan a una posibilidad de que se evite la recesión, con un lento crecimiento económico derivado de la solidez continua de las condiciones del mercado laboral y la resiliencia del gasto de los consumidores.
El aumento de la tasa de interés ha tenido consecuencias negativas sobre sectores sensibles al precio del dinero, como el sector de la construcción. Desde marzo de 2022 a abril de 2023, los desembolsos reales en construcción residencial han disminuido 18.4%, y las ventas totales de viviendas (nuevas y existentes) han caído en 20,8% hasta mayo de 2023.
Además de los créditos hipotecarios más altos, los bajos niveles de viviendas disponibles para la compra han frenado las ventas.
A finales de junio, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que una recesión en Estados Unidos tras las alzas de tasas interés no es el escenario más probable, pero es “ciertamente posible”.
El banco central estadounidense está vigilando los riesgos en el sector inmobiliario comercial, al tiempo que restó importancia a la amenaza sistémica que los problemas en esa parte de la economía podrían suponer para el sistema bancario.
El Departamento de Comercio informó la semana pasada que la economía estadounidense se expandió a un ritmo mucho más rápido en los primeros tres meses de 2023.
El Producto Interno Bruto (PIB), la medida más amplia de la producción económica, aumentó a una tasa anualizada del 2% en el primer trimestre, frente a la estimación del 1.3%. La cifra también estuvo muy por encima de las expectativas de los economistas de una tasa del 1.4%.
Además, por primera vez, en la semana del 24 de junio, hubo 239,000 solicitudes de beneficios por desempleo, 26,000 menos que el total revisado al alza de las semanas anteriores.
Este viernes se conocerán nuevos datos sobre la tasa de desempleo, un indicador que dará señales sobre el estado de la economía.