México lideró las exportaciones de manufacturas a Estados Unidos durante el primer trimestre de 2023, con envíos por $101.168 millones, según datos compilados por el Departamento de Comercio. Con ello, superó a China, quien ha sido el primer exportador de manufacturas al mercado estadounidense, año con año, desde 2005.
China, por su parte, embarcó manufacturas al país norteamericano por un valor de $98.812 millones de enero a marzo pasados, y luego se ubicó, como tercer proveedor. Canadá, con una suma de $66.520 millones. Tendencialmente, en comparación con hace cuatro años, México aumentó las ventas a su vecino en alrededor de $100.000 millones, mientras que las ventas de China a ese mismo destino se mantuvieron casi sin cambio.
De ese modo, en el periodo entre 2018 a 2022, las exportaciones hechas por México pasaron de $304.000 millones a US$402.000 millones y las de China presentaron una contracción desde $528,.000 millones a $525.000 millones.
En la coyuntura hay, sin embargo, una acotación: China enfrentó problemas de producción y logística en el primer trimestre del año actual derivados de la pandemia de covid-19.
Por peldaños en esta clasificación, México desplazó del tercer lugar a Japón en 2004 y del segundo lugar a Canadá hace más de una década en 2012.
En forma inercial, lo más probable es que México se mantenga como segundo proveedor de productos en el mercado estadounidense a lo largo de todo el 2023, pero cerrando la brecha con China.
Hacia EE.UU., los principales productos exportados por México son computadoras, autos, autopartes y vehículos para el transporte de personas, mientras que entre los mayores envíos desde China están teléfonos, computadoras, triciclos, juguetes con ruedas, escúteres y autopartes.
Desde la perspectiva del fondo de inversión Cook & Bynum Funds Trust, la invasión de Ucrania por Rusia y las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos ponen de manifiesto la vulnerabilidad de los activos de fabricación en países hostiles.
Además, el caos en el mercado mundial del transporte marítimo ha creado una preferencia por la proximidad a los mercados finales.
Al mismo tiempo, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) favorece la producción mexicana cuando el mercado final es Estados Unidos o Canadá frente a otros países con salarios bajos, y los salarios mexicanos son ahora más bajos que sus homólogos chinos. Estos factores, entre otros, refuerzan la posición de México como un centro de fabricación preferido para vender en la mayor economía y mercado de consumo de todo el mundo.
Hace poco, Tesla anunció que su próxima fábrica estará en México, cerca de Monterrey. Las empresas chinas también están invirtiendo en la construcción de parques industriales y fábricas para beneficiarse de la proximidad de México a Estados Unidos y de su exención de aranceles.
Cook & Bynum Funds Trust considera que sus inversiones mexicanas se beneficiarán de este viento de cola del “nearshoring” en los próximos años a través de un aumento del empleo, de la renta disponible y de una moneda mucho más fuerte.
Ya este fondo de inversión ha observado cierta fortaleza del peso mexicano. Hoy, el peso es más fuerte que cualquier promedio anual desde 2015, lo que hace que las ventas y los precios de las acciones de las empresas en México valgan más para ellas en dólares estadounidenses.