La tensión en torno a las negociaciones políticas sobre el límite de la deuda de Estados Unidos se intensificó después de que Fitch Ratings advirtiera que la calificación AAA estaba amenazada por un enfrentamiento político que impide un acuerdo antes del 1 de junio.
Las letras de Estados Unidos, bonos del Tesoro, a seis meses que tienen como fecha de vencimiento el 1 de junio han disparado su rentabilidad al filo del 7%, frente al 4,5% de principios de año. Las de plazo de un año que vencen el 15 de junio cotizan a un interés del 6,2% y las letras a seis meses con vencimiento el 8 de junio han disparado su rentabilidad al 6,3%, llegando incluso al 6,8%.
El salto en el tipo de interés que exige el mercado es notable, más si cabe para un país con una deuda soberana considerada como activo refugio. La advertencia de Fitch es “ciertamente muy simbólica, y en cierto modo puede obligar a Moody’s a hacer lo mismo”, explican analistas
Fitch pone calificación AAA de EE UU en vigilancia crediticia negativa
Fitch puede rebajar su evaluación para reflejar el mayor partidismo que está obstaculizando una resolución a pesar de que se acerca rápidamente la llamada fecha X, dijo en un comunicado, refiriéndose al punto en el que Washington se queda sin efectivo. Por esto tomó la decisión de mover a EE UU a “revisión de calificación negativa”.
El nerviosismo del mercado convive en todo caso con la convicción mayoritaria de los inversores de que se alcanzará un acuerdo político de última hora que evitará el impago en EE UU y con ello, un desastre financiero con implicaciones globales. La propia agencia Fitch confía en ese pacto in extremis, aunque también advierte de que han aumentado los riesgos de que el límite de deuda no se eleve o suspenda antes de la fecha límite –un día indeterminado a principios de junio– , y en consecuencia, que el Gobierno pueda comenzar a incumplir con los pagos de algunas de sus obligaciones. De ahí su decisión de rebajar a negativa la perspectiva del rating.
La incertidumbre sobre el techo de deuda ya pasó una grave factura a la solvencia de EE UU en 2011. El acuerdo político de última hora alcanzado aquel año no evitó que la agencia S&P rebajara el rating de la deuda soberana del país por primera vez en su historia y le retirara la triple A, la máxima calificación.
En caso de un aumento del techo de deuda. este podría desencadenar la emisión de hasta un billón de dólares en bonos antes de que finalice el ejercicio fiscal en septiembre. “Esto absorbería liquidez y desplazaría otras inversiones, invirtiendo las tendencias que han ayudado a sostener los mercados en los últimos meses”, advierten.
“Aunque no es nuestro escenario base, a falta de una resolución negociada, no puede descartarse una rebaja de la calificación de los bonos del Tesoro estadounidense o incluso un impago, lo que provocaría una grave crisis en los mercados”, apuntan en Deutsche Bank.