Casi el 55% de los trabajadores tiene un empleo informal sin contrato ni cobertura de seguridad social
El Día Internacional del Trabajador tiene poco de celebración en América Latina y el Caribe en general y Hnduras en particular. “Hay empleo, pero es urgente aumentar su calidad”, señala la última edición del Índice de Mejores Trabajos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que coloca a la calidad del empleo en la región en 41,2 puntos en una escala del 1 al 100.
“Casi un 55% de los trabajadores de América Latina y el Caribe tiene un empleo informal sin contrato ni cobertura de seguridad social, y 3 de cada 10 no alcanzan a tener los ingresos necesarios para superar el umbral de la pobreza“, señala el informe.
El índice, que cada dos años mide la calidad y cantidad del empleo en América Latina, indica que si bien un 70% de las personas en edad productiva trabajan, la calidad del empleo es apenas un 41,2 sobre 100, según los últimos datos disponibles para 17 países de la región. La dimensión de calidad del índice está compuesta por los indicadores de formalidad laboral y suficiencia salarial para superar la pobreza.
A nivel regional Honduras ocupa la última posición, seguido por Guatemala y Nicaragua.
La brecha de género y edad sigue elevada con las mujeres con empleos de peor calidad que los hombres con una brecha de 16 puntos. A su vez, los jóvenes de la región tienen empleos de peor calidad que los adultos con una brecha de 15 puntos en esa dimensión del Índice de Mejores Trabajos.
Además, los países con puntajes elevados en el Índice global presentan las mayores brechas en esos grupos vulnerables. Costa Rica, por ejemplo, que ocupa el número tres en el ranking del Índice de Mejores Trabajos, presenta a la vez una de las mayores brechas de género y la menor brecha entre adultos y jóvenes en la región. Uruguay, por su parte, lidera en el Índice de Mejores Trabajos en la región, pero presenta la brecha más grande de calidad y cantidad entre adultos y jóvenes.
“En una región en la que 70% de las personas dependen exclusivamente de su trabajo para vivir y mantener a sus familias, la calidad del empleo tiene aumentar rápido”, indica Laura Ripani, jefa de la División de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID. “Eso significa generar y conectar a más personas con más empleos formales que les permitan ahorrar para el retiro y tener coberturas de seguridad social frente a riesgos”.
Según el informe Índice de Mejores Trabajos 2024, la evolución de la calidad del empleo ha sido lenta desde 2010 y, al ritmo actual de crecimiento, llegar a unos 70 puntos tomaría casi 48 años. La dimensión de cantidad ha tenido un comportamiento más o menos estable con una caída en 2020 producto de los efectos de la pandemia en el empleo, recuperándose para 2022.
Equipar al capital humano con habilidades alineadas a las necesidades de talento de los sectores productivos de cada país, promover el empleo formal con menores costos haciendo universal parte de la seguridad social, e impulsar el acceso a empleos fortaleciendo los servicios públicos de empleo son algunas de las soluciones e iniciativas que impulsa el BID para aumentar la calidad del empleo en
la región.
Las dos dimensiones: cantidad y calidad del informe
La dimensión de cantidad está compuesta por dos indicadores: la tasa de participación laboral y la de ocupación. La de calidad se
construye con las tasas de formalidad y de trabajos con salario suficiente para superar la pobreza.
Así, el índice es la media ponderada de estos cuatro indicadores y sus puntuaciones van de 0 a 100. Para que un país obtenga 100 puntos, todas las personas que participan en la fuerza laboral deben estar empleadas con un trabajo formal que les aporte un salario suficiente.