El declive de los derechos fundamentales representa una tendencia inquietante que estaba ocurriendo incluso antes de que el mundo experimentara la pandemia de COVID-19 y sus efectos sociales y políticos.
Las áreas que experimentaron las mayores caídas a nivel mundial fueron la libertad de expresión, la libertad de religión y la libertad de asociación, reunión y sociedad civil. Aunque nuestro informe aún no recoge datos de libertad de 2020, esperamos ver un deterioro en los indicadores de libertad global en informes futuros.
También encontramos que hay una distribución muy desigual de la libertad en el mundo, con solo el 14,6 por ciento de la población mundial viviendo en el cuartil superior de jurisdicciones en el HFI y el 40,3 por ciento viviendo en el cuartil inferior. La brecha entre los más libres y los menos libres también se ha ampliado desde 2008.
Así encuentra el Índice de Libertad Humana 2021 (HFI) co-publicado por el Instituto Cato y el Instituto Fraser en Canadá. El índice utiliza 82 indicadores distintos de libertades económicas, personales y civiles para calificar 165 jurisdicciones de 2008 a 2019, el año más reciente para el que se dispone de datos comparables a nivel internacional.
Sin libertad no hay prosperidad
El informe de este año muestra una vez más que la libertad está fuertemente asociada con la prosperidad y las mejoras en el bienestar. Los países en el cuartil superior del índice, por ejemplo, tienen un ingreso por persona mucho más alto ($ 48,748) que aquellos en el cuartil inferior ($ 11,259).
El informe hace un seguimiento de los países a lo largo del tiempo, lo que nos permite ver mejor los desarrollos específicos. Por ejemplo, muestra los efectos de varias formas de gobierno populista sobre la libertad general. Vea los casos de India, Venezuela y Hungría a continuación.
La mayoría de los países no han tenido deterioros tan dramáticos y algunos han mostrado mejoras notables. Taiwán y Estonia se destacan no solo por sus grandes aumentos en la libertad, sino también porque han logrado tanto a partir de niveles relativamente altos de libertad.
Los Estados Unidos han visto una disminución a largo plazo en su libertad, después de haber puesto 7 º en 2008 y 15 º en el informe de este año, y ahora está empatado con Alemania y Japón. Los cinco primeros países del índice son Suiza, Nueva Zelanda, Dinamarca, Estonia e Irlanda. Los cinco últimos son Egipto, Sudán, Yemen, Venezuela y Siria.
Honduras en el puesto 86
En Honduras las libertades humanas cayeron de la posición 83 a la 86 a nivel global entre 165 países. Este índice toma en cuenta la libertad personal (posición 90) y la libertad económica (70).
El país tiene calificaciones de 3 y 4 puntos (de 10 posibles), en materia de violencia personal (homicidios, desapariciones, conflictos, etc), y en el papel de la justicia (procedimientos judiciales, justicia criminal y civil).
La libertad de expresión e información tiene una nota de 5.4 puntos, donde se incluye una calificación de 0 por la muerte de periodistas.