La inflación interanual en EE UU salta a 6,8%, el máximo desde 1982

En octubre los precios pagados pagados por los consumidores estadounidenses llegaron a su punto más alto en 30 años, y aunque era algo difícil de superar, la inflación en la mayor economía sigue batiendo récords.

En noviembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) saltó 6,8% en doce meses, en línea con lo que había anticipado el mercado. Con esto, el indicador tuvo su mayor incremento desde junio de 1982, o sea el más rápido en casi 40 años.

El Departamento de Trabajo de EEUU reportó este viernes que, en la comparación con octubre, el IPC creció un 0,8%, una décima por sobre el consenso de los analistas y por debajo del 0,9% que se alcanzó en el mes anterior.

El llamado IPC subyacente, que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos, creció un 0,5% en noviembre y un 4,9% en un año, en línea con lo que proyectaban los expertos, pero aún así equivalente al mayor incremento desde 1991.

¿Qué llevó a este inédito salto de la inflación? Una vez más, todo apunta al mayor costo de la energía, los alimentos, la vivienda y los autos, de la mano de un incremento de la demanda entre los consumidores y de las interrupciones de la cadena de suministro que llevan meses perturbando al comercio global.

El Departamento de Trabajo alertó que los aumentos de alimentos y energía en doce meses son los más rápidos que se han visto en los últimos 13 años. Esta última está un 33% más cara que lo que costaba en noviembre del año pasado, y solo en el penúltimo mes de este año el aumento fue de 3,5%. Específicamente la bencina ha subido un 58,1% en doce meses, y 6,1% en la comparación mes a mes.

Por su parte, el precio de los alimentos ha aumentado un 6,1% en un año, mientras que la vivienda -que comprende más o menos un tercio del total del IPC- ha subido un 3,8% en doce meses, el máximo desde 2007 y un 0,5% el último mes. Los autos y camiones usados están un 31,4% más caros que en el penúltimo mes de 2020, luego de subir un 2,5% en noviembre recién pasado.

Ojos sobre la Fed

Ya estaba pasando, pero sobre todo después del inesperado salto del IPC en noviembre, todos los ojos están puestos sobre la Reserva Federal, que la próxima semana sostendrá su última reunión del año. En un esfuerzo por controlar la inflación, los líderes del mayor banco central del mundo decidieron comenzar a reducir la magnitud de su programa de compra de compra de bonos, que durante más de un año adquirió $ 120.000 millones cada mes.

Si bien está planificado que el proceso finalice a mediados de 2022, hay quienes anticipan que la Fed podría aumentar el recorte en la compra de activos. De hecho, el mismo presidente Jerome Powell planteó la semana pasada que una eventual aceleración se abordará en la reunión del martes y miércoles.

“El mayor problema para la Fed es la creciente evidencia de un fuerte repunte de las presiones cíclicas sobre los precios”, escribió Paul Ashworth, economista jefe de Capital Economics para EEUU, tras conocerse el dato de noviembre.

“El resultado es que, aunque creemos que la inflación general ha alcanzado su punto máximo, disminuirá solo gradualmente durante la primera mitad del próximo año y, lo que es más importante, debido a esa creciente presión cíclica, esperamos que la inflación subyacente se mantenga por encima del objetivo del 2% de la Fed durante un período prolongado”, agregó.

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