El euro, uno de los logros más tangibles de la Unión Europea (UE), cumple hoy 20 años después de superar una severa crisis que no le ha impedido mantenerse como segunda moneda de reserva mundial pese a los desequilibrios y endeudamientos de muchos países miembros.
La moneda común de los 19 países miembros de la UE que integran la eurozona y el primer gran paso para la integración política europea, ha tenido un comportamiento irregular a lo largo de estas dos décadas.
La moneda europea se estrenó en 1999 a un cambio de 1,16 dólares. Desde entonces ha oscilado entre su mínimo histórico, 0,82 dólares en octubre de 2000, y su punto más alto en julio de 2008, cuando se situó en los 1,60 dólares.
En su última cotización, en diciembre de 2018, se cambió por 1,13 dólares.
Origen del euro
Los antecedentes del euro se remontan a la constitución del Sistema Monetario Europeo (SME) en 1979, con la creación de la unidad de cuenta europea (ecu) como divisa supranacional para garantizar la estabilidad de los tipos de cambio de los países miembros.
Sin embargo, no fue hasta 1990 cuando el presidente de la Comisión Europea, el francés Jacques Delors, propuso la Unión Económica y Monetaria.
Dos años después, el Tratado de Maastricht fijó los criterios de convergencia: contención de la inflación, rebaja del déficit público y mantenimiento de la deuda pública por debajo del 60% del PIB.
La designación de la denominación euro se produjo en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de 1995 y la aprobación de la introducción del euro para once de los quince países en el Parlamento y el Consejo Europeos en 1998.
“El euro era una consecuencia lógica y necesaria del mercado único. Facilita los desplazamientos, el comercio y las transacciones en la zona euro y más allá”, señaló do el actual presidente del BCE, Mario Draghi, a propósito de las dos décadas de la moneda única, según un comunicado.
El euro, introducido como moneda financiera el 1 de enero de 1999, coexistió con las monedas nacionales de estos países hasta que fueron retiradas de la circulación.Hasta la fecha, diecinueve países han adoptado el euro como su moneda de cambio.
Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal fueron los doce países de la UE que pusieron oficialmente en circulación el euro el 1 de enero de 2002.
Posteriormente se unieron Eslovenia (2007), Malta y Chipre (2008), Eslovaquia (2009), Estonia (2011), Letonia (2014) y Lituania (2015).
A pesar de todas sus dificultades, la moneda única ha superado las predicciones más críticas después de dos décadas de su entrada en vigor.
“El euro y la estrecha cooperación económica que necesita han evolucionado a lo largo de los tiempos, lo que ha permitido superar las dificultades”, dijo para resumir 20 años de moneda única el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno.
El funcionario portugués, no obstante, advirtió de que “el trabajo aún no ha terminado” y “requiere esfuerzos permanentes de reforma, sea la coyuntura económica favorable o desfavorable”.
La economía de la eurozona cerró 2017 con un incremento del 2,5%, el mayor avance del PIB desde el estallido de la crisis, aunque las proyecciones apuntan a una ligera desaceleración, debido en parte a la anunciada retirada de los estímulos monetarios excepcionales.