La demanda de materias primas y minerales críticos para la transición energética representó el 23% del valor de los proyectos en los últimos dos años, en comparación con menos del 10% en otras regiones en desarrollo.
La inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe se mantuvo estable en 2023, totalizando 193.000 millones de dólares, -1% menos en relación a 2022, según el último Informe sobre las Inversiones Mundiales publicado el departamento de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (UNCTAD).
La IED totalmente nueva, en la que una empresa establece nuevas operaciones en el extranjero, experimentó un aumento en los valores de los anuncios en la región, impulsada por grandes proyectos en Brasil y Chile.
Con la creciente demanda global, los productos básicos y minerales críticos para las tecnologías de energía limpia fueron el sector principal que representó el 23% del valor de los proyectos nuevos de la región en los últimos dos años. La proporción es más del doble que en otras regiones en desarrollo.
La IED cayó 2% en 2023, según la Unctad
La inversión en energías renovables también fue destacada: cuatro de los diez principales proyectos anunciados (por valor) están relacionados con la producción de hidrógeno verde o amoníaco verde.
En 2023, Latinoamérica y el Caribe atrajo 19 megaproyectos valorados en más de mil millones de dólares cada uno, 17 de ellos emprendidos por inversores fuera de la región. Por volumen de IED, Estados Unidos, España, el Reino de los Países Bajos y Luxemburgo fueron los principales inversores.
Tendencias por sector e industria
Como en otras regiones, el número y el valor de los acuerdos internacionales de financiación de proyectos –que son cruciales para canalizar la inversión hacia infraestructura y servicios públicos– en América Latina y el Caribe disminuyeron un 30% y un 23%, respectivamente.
El sector de las energías renovables fue el más afectado, con un 40% menos de acuerdos y 16.000 millones de dólares menos en valor en comparación con 2022.
Las fusiones y adquisiciones transfronterizas, que normalmente representan una proporción menor de la IED en la región, vieron su valor total caer un 26% a 11.000 millones de dólares. Los sectores de tecnologías de la información y las comunicaciones y de productos químicos registraron el mayor descenso en las transacciones, mientras que hubo un aumento en la industria de metales básicos y productos metálicos.
Los países publicaron resultados variables
En América del Sur, las inversiones extranjeras cayeron un 2% hasta 143 mil millones de dólares. Los flujos acelerados hacia Argentina, Chile y Guyana compensaron los menores valores en Brasil y Perú, y Brasil sigue siendo el mayor receptor de IED en esta subregión.
En Centroamérica, México representó la mayor parte de la inversión extranjera y mostró cifras estables a pesar de los menores valores de los proyectos.
En el Caribe (excluidos los centros financieros extraterritoriales), la IED general aumentó un 6%, y la mayoría de los países experimentaron un crecimiento. La República Dominicana experimentó un aumento del 7% en las entradas año tras año.
En los últimos cinco años, las inversiones extranjeras se han expandido en los principales grupos económicos de la región, y los flujos hacia la Comunidad del Caribe se triplicaron en comparación con 2018.