El plan de ayuda fiscal por el COVID-19 del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ganó impulso hoy viernes cuando el Senado aprobó por estrecho margen un programa presupuestario que permite a los demócratas aprobar el proyecto del mandatario de 1,9 billones de dólares en el Congreso, con o sin apoyo republicano.
Tras 15 horas de debates y votaciones consecutivas sobre decenas de enmiendas, el Senado se encontró en un punto muerto de 50-50 entre los partidos sobre la aprobación del plan presupuestario.
Ese punto muerto lo rompió la vicepresidenta Kamala Harris, cuyo voto por el “sí” dio la victoria a los demócratas.
Fue un “primer paso gigantesco” para aprobar el tipo de proyecto de ley integral de ayuda por el coronavirus que Biden ha puesto en lo más alto de su agenda legislativa, declaró el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.
Poco antes de la votación final, los demócratas demostraron su fuerza al ofrecer una enmienda que revierte tres votaciones anteriores que los republicanos ganaron.
Los republicanos habían utilizado la batalla de ayuda del coronavirus para expresar su apoyo al oleoducto Keystone XL de Canadá a Estados Unidos, que Biden ha bloqueado, y al fracking hidráulico para extraer petróleo subterráneo y gas natural.
También se revocó una enmienda republicana que prohíbe la ayuda del coronavirus a inmigrantes que viven ilegalmente en los Estados Unidos.
Con Harris presidiendo, la vicepresidenta rompió el empate 50-50 para anular esas victorias republicanas.
Fue la primera vez que Harris, en su papel de presidenta del Senado, emitió un voto de desempate tras prestar juramento como vicepresidenta de Biden el 20 de enero.
El Senado aprobó además una serie de enmiendas al esquema presupuestario, que ya había pasado la Cámara de Representantes el miércoles. Como resultado, la cámara baja ahora debe votar nuevamente para aceptar los cambios del Senado, lo que podría ocurrir el mismo viernes.
Por ejemplo, la cámara alta agregó una medida que pide un mayor financiamiento para los hospitales rurales cuyos recursos se ven afectados por la pandemia.
Pero a medida que pasaban las horas y se ofrecían decenas de enmiendas, los senadores exhaustos pasaban la noche desechando ideas republicanas, como poner fin a toda la ayuda exterior de Estados Unidos y prohibir al Congreso ampliar la Corte Suprema de Estados Unidos más allá de sus nueve magistrados actuales.