Las presiones financieras y crediticias se intensificarán para los bancos latinoamericanos (Latam) en 2021 a medida que continúa la volatilidad del mercado, el crecimiento débil de los préstamos, los márgenes más ajustados, el aumento en los costos tanto crediticios como operativos, y el incremento de la exposición al sector público reduce el margen de las calificaciones, asegura la calificadora de riesgo Fitch Ratings.
Las presiones negativas en las calificaciones han dado lugar a bajas para la mayoría de los soberanos y entidades relacionadas con el gobierno (ERG) de Latam durante los últimos tres años, mientras que las calificaciones de nueve soberanos todavía tienen Perspectivas de calificación Negativa en medio de las consecuencias económicas aceleradas de la pandemia.
La exposición soberana varía entre los sistemas bancarios más grandes de Latam y se encuentra principalmente en valores de renta fija emitidos por bancos centrales, gobiernos federales o bancos de desarrollo.
Los bancos mexicanos, colombianos y brasileños también tienen una exposición relevante a préstamos del sector público de 27%, 26% y 19% de la exposición al sector público total, respectivamente. Por el contrario, la exposición al crédito al sector público en Panamá, Chile y Perú oscila entre 8% y 13% de la exposición total, mientras que en Argentina es muy limitada.
A medida que la demanda de crédito del sector privado disminuyó en medio de un deterioro fuerte de las condiciones económicas en 2020, el crecimiento de los préstamos bancarios se desaceleró y los bancos se centraron, en gran medida, en la captación y la gestión de depósitos y liquidez.
El exceso de liquidez se ha colocado principalmente en valores del sector público de rendimiento menor, que generalmente son considerados una inversión más segura en el mercado en relación con otros emisores nacionales.
Desde una perspectiva crediticia, Fitch ve negativo el aumento en las posiciones en instrumentos del sector público, dado el perfil crediticio debilitado de los gobiernos y el riesgo creciente de concentración de los bancos.
Los bancos mexicanos son los más expuestos al sector público en términos de activos, mientras que la exposición ha aumentado sustancialmente en Argentina, donde los bancos invierten principalmente en valores del Banco Central y otros bonos de relacionados al sector público dada la falta de alternativas rentables.
Las posiciones considerables de valores gubernamentales de los bancos se han presionado, y la volatilidad del mercado ha reducido los ingresos netos debido a las pérdidas de valor de mercado.
La medida en que las utilidades de los bancos sean presionadas conforme caen los precios de los bonos del sector público y aumentan los riesgos soberanos dependerá del tratamiento contable de la cartera de valores en los balances.
El riesgo crediticio soberano considerable de los bancos latinoamericanos proviene de exposiciones relevantes del sector público en ambos lados del balance. Las ERG u otras entidades públicas, como estados y municipios, suelen ser depositantes relevantes en los sistemas bancarios de Latam, que pueden ser más inestables en tiempos de tensión en el mercado.
Fitch no espera que los bancos reduzcan sustancialmente su exposición soberana en el corto plazo, dado un requerimiento menor de capital y los rendimientos atractivos ajustados por riesgo de los portafolios.
Además de la exposición directa al soberano, la puntuación en el entorno operativo (EO) de los bancos en Fitch incorpora riesgos soberanos y de país más amplios, relacionados con los bancos en una jurisdicción en particular. El EO es un factor de gran importancia para la mayoría de las entidades financieras calificadas en la crisis actual. Por lo general, está restringido por la calificación soberana que, a su vez, actúa como una restricción de calificación para las calificaciones con perfil crediticio intrínseco o de viabilidad (VR; viability rating) de los bancos.
La calificación soberana también es una restricción relevante en países con gobiernos altamente intervencionistas como Argentina, Ecuador y Bolivia. El posible aumento de las calificaciones bancarias por encima del soberano generalmente se limita a un máximo de dos niveles.
Sin embargo, los puntajes de EO pueden diferir de la perspectiva de calificación soberana si las fortalezas soberanas se relacionan más con las tendencias fiscales y no macroeconómicas como se observa en México, Perú y Chile.