Un 75% de las empresas tienen una ruta común para superar la crisis
Unas 80 empresas de Centroamérica compartieron sus experiencias de adaptación frente a la crisis producida por el Covid-19 y sostienen que planean brindar nuevas herramientas y capacitación a sus colaboradores para que sus organizaciones logren transformarse y estén mejor preparadas para apostar a la recuperación.
Más del 50% de las empresas encuestadas por la firma Deloitte y la organización Amcham, dijeron que siguieron la ruta del upskilling, una herramienta empresarial usada como alternativa ante la creciente automatización de los trabajos.
El upskilling, que consiste en desarrollar nuevas habilidades y competencias para un trabajo o una posición actual. Por ejemplo, un panadero que solo sabe hacer pan, hago upskilling cuando aprendo a hacer cupcakes y, luego otros productos.
Deloitte y AmCham de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y República Dominicana desarrollaron un estudio que recabó información de 80 empresas entre junio y setiembre último. Líderes empresariales completaron una encuesta que integró datos como: impacto del COVID 19, estrategias o iniciativas impulsadas para responder, evolución del teletrabajo, evolución de la organización, infraestructura, bienestar y nueva normalidad.
La orientación al upskilling es una ruta seleccionada por más de la mitad de las empresas que participaron del estudio y así lo indicaron en el apartado de evolución de la organización. También lo es el hecho de que entre las iniciativas adoptadas frente a la coyuntura están aquellas que generan eficiencia y optimización.
Sofía Calderón, Socia Líder de Capital Humano de Deloitte para Latinoamérica comenta: “A medida que las empresas transforman su giro de negocio y modelo de servicio, también gestan cambios internos que deben ir acompañados una nueva arquitectura organizacional, roles ampliados y estratégicos y mayor agilidad. La reconversión profesional ya era una asignatura pendiente antes del COVID, hoy es gran urgencia para dotar de seguridad a nuestros colaboradores y asegurar su empleabilidad.
Impacto económico
La encuesta señala que el 38% de las organizaciones se ha percibido un impacto financiero alto producto de la pandemia.
El 48% redujo su jornada laboral entre un 10% – 30% y un 11% la redujo en más de un 30%. Un 75% ha logrado construir una ruta o meta común para superar la crisis y avanzar con resiliencia, manteniendo la energía o motivación de la fuerza laboral.
Entre las acciones estratégicas realizadas se encuentran: Ajustes para buscar eficiencia y optimización. Ejecución de planes financieros para sobrevivir y optimizar la situación económica. Adopción o actualización de las estrategias de comercialización digital (e-commerce).
Los dos principales medios para identificar y dar seguimiento a las necesidades de su fuerza laboral han sido: encuestas periódicas y comunicación abierta con su líder.
Evolución del teletrabajo
Antes de Covid-19, el 57% de las organizaciones no tenían teletrabajo. Durante la pandemia el 76% de las organizaciones refiere tener entre un 50%-100% de su fuerza laboral en modalidad de teletrabajo y el 59% de la fuerza laboral tiene una alta expectativa en mantener el teletrabajo.
La mitad de las organizaciones proyecta mantener entre un 25%-50% de su fuerza laboral en teletrabajo. Según la muestra, Mercadeo, Finanzas y Tecnologías de Información son las áreas que con mayor seguridad se podrán mantener bajo la modalidad de teletrabajo durante la etapa de preparación y posterior a ella.
Sobre estas tendencias, Calderón sostiene que “Sin duda, los esquemas híbridos llegaron para quedarse. De hecho, los estudios apuntan a que aquellos colaboradores que permanecen en trabajo remoto entre el 60%-80% son los que muestran mayor compromiso y productividad, para rediseñar los nuevos modelos de trabajo hay que indagar en las preferencias de los distintos grupos respecto al teletrabajo y las particularidades y dinámicas familiares de cada colaborador.
Evolución de la organización Aprendizaje, Reclutamiento y Desempeño son los procesos de talento que más han sido modificados. El 46% de estos cambios ha sido con el fin de digitalizar los procesos y llevarlos a ambientes totalmente virtuales.
Un 58% de las organizaciones piensa desarrollar alguna estrategia de upskilling para su fuerza laboral para trabajar más ágilmente en un mundo virtual y el 32% pretende brindar nuevos conocimientos reskilling (Consiste en desarrollar habilidades y competencias para una nueva posición o trabajo) para que su fuerza laboral asuma roles ampliados o diferentes.
Las organizaciones se están preparando para la nueva normalidad. Entre las principales medidas está la creación de zonas de desinfección, los protocolos en espacios comunes y marcajes que fortalezcan la cultura del distanciamiento físico.
Las organizaciones han tomado acciones para impulsar el bienestar integral de sus colaboradores, desde flexibilidad de horarios, préstamo de equipo de oficina y cursos sobre salud mental. Muchas de las organizaciones consultadas también mencionan que brindan soporte monetario para que sus colaboradores puedan acceder a un mejor equipamiento como mobiliario, ancho de banda y equipo.