La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) de China informó que la economía creció 3% el año pasado. Los indicadores mensuales de ventas minoristas, producción industrial y desempleo de diciembre también fueron mejores de lo que esperaban los analistas.
Si se excluye la cifra de 2020, año en el que China rebajó a 2,2% su crecimiento debido al impacto inicial de la pandemia, el dato de 2022 es el más bajo desde que el gigante asiático comenzó supolítica de “reforma y apertura” a finales de los años 70, la semilla del “milagro económico” de las décadas siguientes.
Los expertos ya anticipaban una fuerte ralentización del ritmo de avance del PIB con respecto al dato de 2021 (8,1%, dato revisado recientemente al 8,4%) debido a las restricciones por el impacto del Cero Covid.
En marzo del año pasado, Beijing se marcó como objetivo oficial que el PIB creciese en torno a 5,5% interanual, pero después decidió imponer restricciones y confinamientos estrictos para intentar contener la variante ómicron que redujeron la actividad económica.
Entre otras cifras, la producción industrial aumentó 1,3% respecto al año anterior, por encima de la previsión del 0,1%. las ventas minoristas se contrajeron 1,8 % frente a una disminución prevista del 9 %. La inversión en activos fijos aumentó un 5,1 % el año pasado, en gran medida en línea con las previsiones y la tasa de desempleo urbano cayó al 5,5% el mes pasado desde 5,7% de noviembre.
Los formuladores de políticas han señalado que están priorizando el crecimiento económico en 2023, con un enfoque clave en impulsar el consumo y la inversión en el país. Podría haber más estímulos fiscales y monetarios en las cartas, mientras que el gobierno también tomó medidas recientemente para facilitar su revisión regulatoria de la industria de la tecnología y revertir algunas de las restricciones en el mercado inmobiliario.
Cauto optimismo para 2023
La ONE señala que la economía nacional “resistió la presión” en un 2022 cargado de “desafíos” tanto a nivel nacional como internacional, elogiando los “resultados positivos” de la coordinación entre la estrategia anti Covid y las políticas de desarrollo socioeconómico.
Sin embargo, la Oficina reiteró que los “cimientos” de la recuperación económica “no son sólidos” debido a que “la situación internacional todavía es complicada al tiempo que todavía existe la amenaza de una triple presión a nivel doméstico por la contracción de la demanda, el shock de la oferta y el empeoramiento de las expectativas”.
Louise Loo, analista de la consultora Oxford Economics, indicó que los datos económicos publicados sorprendieron por lo positivo “pero siguen siendo débiles”, especialmente por el lado de la demanda, lo que no evita que existan “señales de estabilización” derivadas de las políticas de apoyo impulsadas a finales del año.
La experta reiteró que el impulso a la recuperación económica derivado de la reapertura de China tras el final del Cero Covid será “algo anémico” al principio por factores como el gasto de los consumidores, pero pronosticó que el repunte podría comenzar a gestarse este mismo trimestre y que los datos económicos empezarían a mostrar señales más positivas a partir del mes de marzo.
Sin embargo, según el economista de Moody’s Analytics Harry Murphy Cruise, China tendrá ahora que enfrentarse a las nuevas oleadas de contagios de Covid y a otros factores negativos como la “cada vez peor” crisis del sector inmobiliario o la caída de la demanda internacional de sus bienes debido a las perspectivas de recesión global.
Moody’s Analytics pronosticó hoy que el PIB chino crecerá 4,3% interanual este año, cifra que elevó a 7,1% en el caso de 2024.