No hubo suspensión de pagos y se cancelaron 110 millones de dólares
Al cierre del primer trimestre del año, el Gobierno contabilizó un saldo de deuda externa de “7.863 millones de dólares”, más de 196.575 millones de lempiras, con un aumento del 2,1%, en relación a diciembre.
El año pasado la deuda externa creció 4,4%, según datos del BCH
Es decir que el aumento de 2,1% ($164.5 millones) representa casi el 50% del registrado en 2019. Además representa el 29,8% del Producto Interno Bruto (PIB), que es el valor nacional de la producción de bienes y servicios.
Es indicador, que mide la sostenibilidad de la deuda externa pública en el mediano y largo plazo, está por debajo del límite que establece el Banco Mundial (36%), pero al agregar la deuda interna (de unos 5.000 millones de dólares), se compromete el destino de los recursos nacionales.
Por tipo de acreedor, el 60,3% es con organismos multilaterales y suma 4.745 millones de dólares, el 23,7% ($1.859.3 millones) es mora comercial (instituciones financieras y proveedores) y los restantes 1.259 millones (16%) a organismos bilaterales.
El Gobierno adeuda $7,349 millones (93,5% del total), las Empresas Públicas No Financieras $281.5 millones (3,6%), el Banco Central $207.1 millones (2,6%) y las Instituciones Públicas Financieras $25.9 millones (0,3%)
No hubo suspensión de pagos
En los primeros tres meses de 2020, el servicio de deuda externa alcanzó un monto de $110.5 millones, menor en $22.9 millones respecto a lo mostrado en igual lapso de 2019.
Del monto pagado, el 56,7% ($62.6 millones) corresponde a costos financieros (intereses y comisiones), pagándose $41.2 millones a entidades comerciales, $19 millones a organismos multilaterales y $2.4 millones a bilaterales.
El restante 43,3% ($47.9 millones) se destinó a amortizaciones de capital ($36.8 millones a organismos multilaterales, $7 millones a bilaterales y $4.1 millones a comerciales.
El anuncio del FMI y el BM de suspensión de pagos de deuda bilateral por la crisis del Covid-19, se aplicaría a partir de abril, pero para Honduras el alivio no sería muy alto.
Para el analista económico, Alejandro Kaffati, la necesidad de recursos llevará al Gobierno a un mayor endeudamiento, ya que cuenta con la aprobación del Congreso Nacional de buscar hasta 2.500 millones de dólares.
El problema es que el Congreso dio “un cheque en blanco”, ya que los diputados no pidieron conocer el impacto fiscal del nuevo endeudamiento que estaban aprobando ni los objetivos del mismo.
“Nos preocupa, dado que Honduras viene con un endeudamiento de aproximadamente 47% del Producto Interno Bruto (PIB) para finales del 2019 y que muy probablemente para finales del 2021 este endeudamiento llegue a un 55% del PIB”, estimó.