La demanda global de crudo, de cumplirse las previsiones, caerá un 9% este año por los confinamientos asociados al coronavirus (Covid-19), según la Agencia Internacional de la Energía.
El consumo en abril caerá a niveles de 1995
Así, los esfuerzos de la OPEP+ para poner freno al bombeo de crudo resultarán estériles. En su informe mensual, la AIE señala que, tras una década de crecimiento de la demanda, esta se desplomará hasta los 9 millones de barriles diarios debido a la ralentización del consumo.
El mayor impacto tendrá lugar en abril, añade el informe: el consumo de combustible se contraerá casi un tercio y alcanzará niveles de uso no vistos desde 1995.
La semana pasada el cártel petrolero y sus aliados pactaron un recorte de la producción sin precedentes entre varios países y de forma escalonada. Sin embargo, las instalaciones para almacenar el excedente, debido al descenso en picado del consumo, podrían agotarse a mediados de año, según el organismo.
“Nunca antes la industria petrolera ha estado tan cerca de ver retada su capacidad logística”, resalta el informe de la AIE, que asesora a muchos gobiernos en política energética.
Rusia, Arabia Saudí y otros países, como Estados Unidos, han pactado en una primera fase un recorte conjunto de 10 millones de barriles diarios durante los próximos dos meses.
Para la AIE este paso al frente “debería ayudar a sacar a la industria petrolera de la situación más grave a la que se enfrenta actualmente”. Pero a pesar del esfuerzo, los inventarios globales seguirán acumulando 12 millones de barriles diarios en la primera mitad de 2020, según la agencia.
La sobreabundancia “amenaza con abrumar la logística de la industria petrolera -barcos, oleoductos y tanques de almacenamiento- en las próximas semanas”, advierte el organismo.
Arabia Saudí dijo que la Agencia Internacional de la Energía detallaría la contribución en forma de recortes en el bombeo de los países productores, pero el informe publicado hoy todavía no esclarece ese reparto.
La AIE sí dice que para rebajar la presión en los tanques de almacenamiento, China, Corea del Sur y Estados Unidos están ofreciendo sus inventarios estratégicos para que la industria “deposite temporalmente los barriles no deseados”.
Los cuatro países están considerando la posibilidad de complementar sus propias reservas mientras los precios son bajos. De llevarse a cabo las transferencias, se acumularían 200 millones de barriles, lo que supondría eliminar 2 millones al día durante tres meses, según la agencia.
Las medidas, no obstante, no llegan con la celeridad deseada para salvar a la industria petrolera. Las compañías reducirán un 32% la inversión en el upstream (el primer gran sector petrolero, encargado de la explotación, perforación y extracción) hasta los 335.000 millones de dólares, el nivel más bajo en 13 años, indica el informe.
Las pérdidas de almacenaje para productores no adscritos a la OPEP pueden exceder los 5 millones de barriles diarios en el último trimestre del año, azotando especialmente a EE UU y a Canadá.