Liberalizar el encaje legal es positivo para reactivar la economía: Ahiba

Los bancos miembros de la Ahiba son los accionistas de Ceproban

Economista propone aplicar un encaje diferenciado

Para María Lydia Solano, directora ejecutiva de la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba), la reducción del encaje legal sobre los depósitos financieros, actualmente del 12%, permitirá sostener y reactivar la economía ante los efectos del Covid-19.

El Gobierno ya autorizó al BCH para una reducción condicionada del encaje legal a través de un mecanismo que asegure el uso de los recursos liberados en créditos para el sector productivo.

La ejecutiva explicó las razones e importancia de reducir el encaje legal que aplica el BCH para depósitos en lempiras y monedas extranjeras.

“En primer lugar, yo creo que hay que explicar que el encaje legal es una reserva de liquidez que todos los bancos por Ley, tienen que mantener en el mismo Banco Central, esa reserva de liquidez, efectivamente, es el que tiene la potestad de reducirla, dependiendo de los intereses macroeconómicos del país”, señaló.

María Lydia Solano, directora ejecutiva de la Ahiba

El Banco Central, agregó, tiene entre sus atribuciones buscar el buen comportamiento de la moneda, de la inflación y de la activación del crédito.

“Nosotros tenemos un encaje legal en moneda nacional del 12% de los depósitos y en moneda extranjera tenemos también el 12% de los depósitos en dólares, más un 12% adicional de un colchón de previsión”, apuntó.

“Entonces anticipando que nuestros clientes van a necesitar capital de trabajo para la reactivación económica, lo que se ha pedido la consideración de liberación de este encaje, la parte que corresponda para los cual hay que hacer estudios y entendemos que Banco Central lo está haciendo, para poder con ese dinero prestarles a los clientes para la reactivación económica”, expresó la ejecutiva.

Otro “colchón”

Reconoció que existe liquidez (dinero) en la banca, ya que cuenta con la confianza de los depositantes y el país que tiene un índice de ahorro alto y se tiene un “colchón alto de reserva”.

“Pero claro la banca en este momento como todos, quiere tener otro colchón adicional en su poder para poder hacerle frente a esos retiros incrementales de capital de trabajo de nuestros clientes. Hay que hacer ver que la Comisión de Bancos también dio una autorización, para que los bancos pudieran readecuar a sus clientes que se vieran afectados por esta pandemia y sobre todo, ciertos sectores que se saben que son más afectados que otros”, explicó.

Más de 1.3 millones de clientes solicitaron readecuar deudas.

Con esto, la banca está restructurando esa deuda, no les está pidiendo que le pague, entonces ese dinero que en otras circunstancias puede entrar al banco, porque es el pago de un cliente no va a entrar hasta que se reinicie los repagos de ese cliente.

“Entonces usted necesita hacer uso de otro dinero que tiene guardado y que está guardado en el Banco Central, por instrucciones de ellos tenemos que aclarar, la banca dice, ‘libérenme parte de ese dinero, porque quiero poder ayudar a ese cliente’, “, ejemplificó la directora de a Ahiba.

Encaje diferenciado

El economista Claudio Salgado, considera que es una medida de política económica que permitirá tener más dinero a los bancos y con ello se amplía la capacidad de crédito y eso será necesario.

“Es una medida viable y eso puede ser de acción inmediata y esto sí va a permitir a los bancos otorgar mayor cantidad de préstamos, pero tenemos que mirar que los bancos otorguen esa mayor liquidez para préstamos productivos y no vayan a prestarlo para aquello que no genera tanta producción“, advirtió.

Por ejemplo, prestar para consumo, porque eso lo que hace es aumentar las importaciones, sino que debería de establecerse que esa disminución sea dirigida para los sectores productivos, sobre todo aquellos que generan mayores empleos, como la construcción y la agricultura.

Otra opción que propone Salgado, es que se puede establecer un encaje diferenciado, de tal manera, que aquellos bancos cuya cartera más del 60% esté destinado con fines productivos, se van a beneficiar con esta disminución de encaje.

“Mientras que los bancos que sigan con su cartera más centralizada en consumo y en servicio entonces, obviamente, no van a ser objeto de esta disminución”, opina el economista.  

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