Hoy 15 de octubre. Buenos días. Aceite de cocina, mercados calientes. Mientras Estados Unidos amenaza a China con vetar sus importaciones de aceite de cocina, los resultados corporativos comienzan a acumularse a ambos lados del Atlántico. Los inversores aún creen que Donald Trump y Xi Jinping acabarán alcanzando un acuerdo, pero temen que el camino hacia ese entendimiento sea más tortuoso de lo previsto. Por suerte para los mercados, Jerome Powell volvió a asumir su papel de pacificador, lo que probablemente salvó la jornada bursátil del lunes.
Se abre así una nueva fase, con los resultados empresariales sumándose a las variables clave que dominan la ecuación bursátil: los tipos de interés de la Reserva Federal y la guerra comercial. En Estados Unidos, exagerando apenas, se podría decir que esta primera oleada de resultados trimestrales ha sido un juego de suma cero: los números de Wells Fargom Citigroup y BlackRock fueron bien recibidos, a diferencia de los de JPMorgan Chase y Goldman Sachs. En Europa, los inversores recuperaron el apetito por Ericsson (+17%), pero castigaron con fuerza la advertencia de Michelin (-9%). Tras el cierre, LVMH presentó cifras poco dinámicas pero esperanzadoras, que fueron bien acogidas: su cotización en el mercado extrabursátil estadounidense subió 8.8%. Cabe señalar que este mecanismo de lectura del mercado ante anuncios europeos posteriores al cierre funciona especialmente bien con valores que cuentan con buena liquidez en Estados Unidos, ya sea en mercado abierto o a través de ADR.
Hoy, los valores financieros volverán a ocupar el centro del escenario en Wall Street con los resultados de Bank of America, Morgan Stanley, Progressive Corporation (seguros) y ProLogis (sector inmobiliario). Abbott Laboratories y United Airlines añadirán algo de diversidad. En Europa, el protagonismo recaerá en ASML, referente en equipos para la fabricación de semiconductores.
Ayer, la tendencia general fue más bien bajista, aunque el Dow Jones logró cerrar con una subida del 0.4%, gracias al respaldo de dos clásicos como Walmart y Caterpillar (+4%), que compensaron con creces la resaca de Nvidia (-4.4%) y Salesforce (-3.6%).
Al final, fue providencial que Jerome Powell hablara ayer. En un discurso pronunciado tras el cierre de los mercados europeos pero durante la sesión estadounidense, el presidente de la Fed confirmó que el mercado laboral en Estados Unidos da señales de debilidad. Ese comentario consolidó las previsiones de Wall Street, que ahora espera dos recortes de tipos de 25 puntos básicos antes de que termine el año. Powell también insinuó que el banco central podría dejar de reducir su balance en los próximos meses. En otras palabras: prioridad a la liquidez y al respaldo económico. Esto bastó para calmar, una vez más, a los inversores. Con un presidente de la Fed menos empático, la sesión podría haber acabado en números rojos, especialmente dado el estado de las tecnológicas.
En el frente macroeconómico, la jornada estará marcada por múltiples intervenciones de otros miembros de la Reserva Federal. Sin embargo, tras las palabras de Powell, es probable que el impacto de sus colegas sea hoy menor. Salvo, claro está, que alguno se aventure a hablar de un recorte de tipos más agresivo. En China, la deflación da señales de moderación, aunque sigue presente. Los precios al productor y al consumidor siguen cayendo en comparación interanual. Esta situación, sumada al conflicto comercial con Estados Unidos, ha reavivado las expectativas de un gran paquete de estímulo, un clásico del otoño que los inversores revisitan casi cada año desde hace un lustro.
En los mercados de Asia-Pacífico, el rebote que no llegó ayer parece consolidarse esta mañana. Japón sube un 1.9% tras un lunes complicado por una situación política interna más enredada de lo previsto. China continental y Hong Kong también registran avances. Las ganancias alcanzan el 1% en Australia y Taiwán, y el 0.5% en India. Corea del Sur lidera la jornada con una subida del 2.6%, impulsada más por las perspectivas de recortes de tipos en Estados Unidos que por la corrección de las tecnológicas o las tensiones comerciales. El efecto yo-yo también parece listo para regresar a Europa al inicio de la sesión.