Un 10% cae la economía en primer semestre, su peor nivel en más de 50 años

Economía hondureña cae a su peor nivel en más de 50 años

Minería, Telecomunicaciones y sector financiero, si crecieron

El primer semestre de 2020 dejó una caída del 10% en el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), muy lejos del 2,4% de aumento a junio del año pasado. La baja afectó casi todos los sectores en especial el manufacturero que cayó 22,6% y marca su peor nivel en décadas.

De acuerdo con el registro del Banco Central de Honduras (BCH), solo cuatro actividades mantuvieron un crecimiento: la Minería 12,7%, las Telecomunicaciones (4,1%), la Intermediación Financiera (1,2%) y un poco la Ganadería (2,1%) y la Pesca (1,8%).

Las medidas de política monetaria y la millonaria cartera de créditos que presume el Gobierno, no se reflejan en ninguno de los sectores.

Además de la manufactura, las actividades más afectadas fueron el Comercio; Construcción Privada; Hoteles y Restaurantes; y Transporte y Almacenamiento; además de la baja recaudación de impuestos.

Sin embargo, con la apertura de la economía en el mes de junio se registraron mejoras en algunas actividades agrícolas (cultivo de tubérculos y hortalizas, palma africana, caña de azúcar y piñas); y las dedicadas a la manufactura de alimentos (elaboración de harinas y pan, aguas minerales, aceites y grasas de origen vegetal, productos lácteos y cárnicos).

Maquila ha caído un 41%

La caída acumulada de la Industria Manufacturera en el semestre es de 22,6%, originada en especial por la reducción en la producción de Textiles y Prendas de Vestir, la cual reportó una variación acumulada de -43.1%, y la fabricación de arneses con una disminución de 39.2%; actividades que en conjunto representan el 77% del total de la industria.

Este sector es el de mayor impacto, por la cantidad empleo que genera en la economía y su baja se debe a los efectos del Covid-19. Algunas empresas maquiladoras reiniciaron operaciones a partir de junio, ante la necesidad y la demanda doméstica en el rubro de salud, de producir equipo de bioseguridad (mascarillas y batas).

Por su parte, el desempeño de los servicios de Hoteles y Restaurantes se redujo 46,4% (aumento de 5.6% a junio del año anterior), por la restricción de movilidad de turistas a nivel nacional e internacional, aunado a la reducción de los servicios de restaurantes.

La Construcción privada, el otro gran empleador, registró una caída de 33,9% (5.2% a junio de 2019), resultado de la paralización en la edificación de proyectos urbanísticos; en tanto, de forma interanual, en junio se registró mejoría dada la reactivación gradual del rubro.

En tanto, la producción de Minerales no Metálicos varió -32,3%, debido a la reducción en el volumen en la fabricación de cemento y artículos de hormigón; mientras que la Industria Básica de Fundición de Hierro denotó una caída de 40,1%, explicada por la menor fabricación de varilla de hierro.

Ambas actividades asociadas a la contracción registrada en la construcción pública y privada.

El Comercio de bienes y servicios tuvo una contracción de 13,2% (2.3% en similar período de 2019), explicada por las menores ventas -en términos de volumen- de bebidas alcohólicas, equipo de transporte, prendas de vestir, aparatos de uso doméstico, productos de ferretería (cemento) y productos de petróleo refinado (gasolina y diésel).

Esta baja comercial arrastró al rubro del Transporte y Almacenamiento que se contrajo -18,1% (1,6% igual lapso de 2019).

El sector de agua y electricidad cayó un 5,6%.

Los que crecieron, pero poco

El mayor uso de la medios digitales, por las restricciones de circulación, impulsan al sector de Telecomunicaciones que creció un 4,2%, 1 punto más que el año pasado, por la demanda de servicios de Internet, telefonía móvil, televisión por cable, y almacenamiento de datos corporativos.

En segundo lugar se encuentra la Intermediación Financiera, en especial la banca privada, con un alza de 1,2%, muy por debajo del 7,3% que registraba a junio del año pasado.

El aumento de este año se basa en los mayores ingresos por intereses sobre la cartera de préstamos, especialmente sobre las líneas de tarjetas de crédito, fiduciarios y con garantías. Los seguros y pensiones siguen con pérdidas, pero muestran una leve mejoría en relación al año pasado.

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