El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado este jueves el acuerdo comercial con Reino Unido, que había anunciado a primera hora de la mañana. El pacto incluye un arancel del 10% sobre las exportaciones británicas, mientras que Reino Unido aplicará una tarifa del 1,8%.
Con este arancel, EE UU espera recaudar hasta 6.000 millones de dólares, y Trump ha asegurado que “el acuerdo incluye miles de millones de dólares en un mayor acceso al mercado para las exportaciones estadounidenses, especialmente en el sector agrícola, lo que aumenta drásticamente el acceso a la carne de res estadounidense, el etanol y prácticamente todos los productos producidos por nuestros grandes agricultores”.
El pacto también incluye una rebaja para las tarifas aplicadas sobre los automóviles. Según el acuerdo, los primeros 100.000 vehículos importados a Estados Unidos por fabricantes del Reino Unido cada año estarán sujetos a una tasa recíproca del 10%, y cualquier vehículo adicional pagará tasas del 25%.
Estados Unidos también ha reconocido “las medidas de seguridad económica adoptadas por el Reino Unido para combatir el exceso de capacidad siderúrgica mundial”, por lo que “negociará un acuerdo alternativo a los aranceles sobre el acero y el aluminio”.
Además, el país considera que este acuerdo “sienta las bases para que otros socios comerciales promuevan el comercio recíproco con Estados Unidos”.
Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha asegurado que este acuerdo “impulsará el comercio” entre los dos países”. “No solo protegerá los empleos, sino que también los creará, abriendo el acceso al mercado”, ha añadido.
El Reino Unido, que mantiene un déficit comercial con EEUU, fue excluido de unos aranceles recíprocos más altos cuando Trump anunció sus tarifas el pasado 2 abril (“Día de la Liberación”), aunque igualmente fue afectado por el gravamen base del 10%.
El interés de Trump por alcanzar un acuerdo con el Reino Unido se remonta a su primer mandato, cuando sus asesores negociaron con el país, pero no lograron finalizar un acuerdo. Los funcionarios británicos también han buscado un acuerdo comercial con EEUU desde el Brexit, como forma de compensar unas relaciones debilitadas con Europa. Durante el mandato de Biden, los británicos continuaron impulsando un acuerdo, pero sin éxito.
La administración Trump también parece estar cerca de cerrar acuerdos con India e Israel y continúa negociando con Corea del Sur, Japón, Vietnam y otras naciones. Pese a ello, Trump se ha mantenido bastante inflexible en su visión comercial, asegurando que son el resto de países los que necesitan más estos acuerdos que lo que los necesita Estados Unidos.
“Todos dicen ‘¿Cuándo, cuándo, cuándo vas a firmar acuerdos?’. Nosotros no tenemos que firmar acuerdos. Podríamos firmar 25 acuerdos ahora mismo, Howard, si quisiéramos. No tenemos que firmar acuerdos. Ellos tienen que firmar acuerdos con nosotros”, aseguró el mandatario.
Según los expertos de ‘Bloomberg’, cualquier acuerdo podría ser limitado. Y es que los pactos comerciales a gran escala suelen tardar años en negociarse. Además, las negociaciones con los países se han centrado en alcanzar un acuerdo general sobre compromisos e intenciones, dejando muchos detalles que tradicionalmente se incluyen en acuerdos comerciales integrales para negociaciones futuras. Asimismo, los acuerdos comerciales tradicionales, requieren de la aprobación del Congreso.
En su primer mandato, Trump renegoció varios acuerdos comerciales de EE UU, pero también firmó una serie de pactos más limitados, en los que se reducían los aranceles sobre ciertos productos o se acordaban conversaciones sobre algunos sectores específicos.
Por su parte, los funcionarios británicos también han estado negociando con la Unión Europea, y el martes llegaron a un acuerdo comercial con India. Este acuerdo reducirá aranceles entre ambos países y dará más acceso a las empresas británicas a los sectores de seguros y banca de la India, entre otros cambios. El acuerdo llegó tras casi tres años de negociaciones.
En cuanto a China, el Gobierno de EEUU confirmó en un comunicado que Scott Bessent, secretario del Tesoro, viajará a Suiza el jueves y liderará una delegación americana junto al representante de Comercio, Jamieson Greer, para negociar sobre aranceles con el país asiático.
“La seguridad económica es seguridad nacional, y el presidente Donald Trump está liderando el camino, tanto en casa como en el exterior, hacia un Estados Unidos más fuerte y más próspero. Espero mantener conversaciones productivas mientras trabajamos para reequilibrar el sistema económico internacional y servir mejor a los intereses de Estados Unidos”, ha explicado Bessent.
No obstante, Trump dijo este miércoles que no está dispuesto a reducir preventivamente los aranceles a China para desbloquear las negociaciones.