28 C
Tegucigalpa

Trump ataca a la ONU y le dice a Europa: «Sus países se están yendo al infierno»

En un discurso de 58 minutos en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha sorprendido a muchos, diciendo que «los países europeos se van a ir al infierno», «destruida por el monstruo de dos cabezas» de las políticas migratorias, la lucha contra el cambio climático y el ser «políticamente correctos».

Trump tenía asignados 15 minutos, pero ha hablado durante 58. Su intervención ha tenido muy que ver con la ONU o el sistema internacional, aunque ha dicho que lo sucedido ayer lunes, el reconocimiento de Palestina por un buen número de países, «es un premio para Hamas» y un enorme error.

Y ha reconocido que pensaba que «la guerra de Ucrania iba a ser la más fácil de terminar por su buena relación con Putin», pero que no ha sido así.

El discurso ha sido, casi una repetición de su agenda diaria: una mezcla de mitin político sobre sus presuntos méritos económicos y diplomáticos, combinada con insultos a sus predecesores demócratas, arengas contra la inmigración ilegal o sus enemigos (de Irán a Venezuela), lamentos personales (por no tener el Premio Nobel de la Paz o el reconocimiento que cree que merece).

El equipo del presidente había prometido un discurso llamando a renovar y reformar y cambiar desde dentro Naciones Unidas, pero en la práctica no ha habido nada de eso. El presidente de Estados Unidos no cree en la cooperación internacional ni en las instituciones globales, pero sorprendentemente, la ONU nunca ha sido el objeto de sus críticas más profundas.

«La ONU tiene un potencial enorme, siempre lo he dicho. Tiene un potencial enorme, pero ni siquiera se acerca a alcanzarlo. Sólo escriben cartas muy contundentes y luego no le dan seguimiento. Son palabras vacías, y las palabras vacías no resuelven la guerra. Lo único que resuelve la guerra y las guerras es la acción», ha dicho este martes ante líderes internacionales.

Después llegó el chaparrón. Trump aleccionó a los países europeos, mientras las cámaras enfocaban a Ursula von der Leyen o António Costa, máximas figuras comunitarias, por seguir comprando petróleo a Rusia y no poner sanciones del 100% a India y China, como Washington exige ahora. Cargó una y otra vez contra la inmigración, diciendo que Europa «está invadida y destruida», que la «sharía» campa por las calles de Londres.

«Han sido invadidos por una fuerza de inmigrantes ilegales como nunca antes se había visto. Los inmigrantes ilegales están llegando a Europa en masa. Nadie hace nada para cambiarlo, para expulsarlos. No es sostenible y, como eligen ser políticamente correctos, no hacen absolutamente nada al respecto. Miro a Londres, donde tienen un alcalde terrible, terrible, y ahora quieren adoptar la ley sharía. Tanto la inmigración como sus ideas suicidas serán la muerte de Europa Occidental. Si no se hace algo de inmediato, esto no se puede sostener», ha afirmado.

«Lo que hace que el mundo sea tan hermoso es que cada país es único, pero para que siga siendo así, cada nación soberana debe tener el derecho a controlar sus propias fronteras. Las naciones orgullosas deben poder proteger a sus comunidades y evitar que sus sociedades se vean abrumadas por personas que nunca antes han visto», ha añadido.

La única referencia, quizás, en casi 60 minutos a los compromisos multilaterales fue cuando el presidente estadounidense afirmó que su Administración «liderará un esfuerzo internacional para hacer cumplir la convención sobre armas biológicas» y que se reunirá con los principales líderes del mundo para «ser pioneros en un sistema de verificación de inteligencia artificial en el que todos puedan confiar», algo que la ONU abordará este jueves en los márgenes de la Asamblea.

Poco después, tras verse con el secretario general, Antonio Guterres, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reiterado su «apoyo al 100% a la ONU» y ha afirmado que hace «un trabajo fantástico de mantenimiento de la paz».

Entradas recientes

Articulos Relacionados