Toyota Motor se vio obligada a detener repetidamente la producción en una planta en México en febrero y marzo después de que la escasez de mano de obra local paralizó la producción de los proveedores, según personas con conocimiento de las operaciones de la automotriz.
Las detenciones, cuyos detalles fueron corroborados por documentos de Toyota y proveedores, ilustran un potencial cuello de botella para la mayor automotriz del mundo, que planea producir 10 millones de vehículos este año.
Toyota detuvo la producción durante un total de 19 días en febrero y marzo en su planta de Tijuana, México, donde fabrica la camioneta Tacoma, informantes. Los problemas técnicos en la planta también fueron un factor en la parada, dijeron.
Las interrupciones en el suministro son el más reciente dolor de cabeza para el gigante japonés, que también ha tenido que lidiar con las consecuencias de un escándalo de certificación de pruebas de seguridad en su filial Daihatsu, así como con otros problemas de gobernanza en otras dos empresas del grupo.
Estos escándalos han llevado a la automotriz a retrasar seis meses el inicio de la producción de vehículos eléctricos en Estados Unidos, a junio de 2026, según dos de las personas citadas. Los medios de comunicación japoneses ya habían informado del retraso.
En respuesta a las preguntas de Reuters, Toyota Motor North America, filial de la automotriz, dijo: “Las plantas norteamericanas de Toyota siguen sufriendo retrasos intermitentes en la producción debido a interrupciones en la cadena de suministro. Para minimizar el impacto, nuestros equipos están trabajando diligentemente para hacer todo lo posible para disminuir las molestias a nuestros clientes”.
En una carta enviada a su red de proveedores en Norteamérica a finales de abril, la automotriz reconocía las “frecuentes interrupciones de la producción” que estaban causando “molestias y preocupación”.
En algunos proveedores, dijo, la rotación regular de empleados había dado lugar a una disminución de las habilidades, mientras que la capacidad de producción había disminuido “debido a problemas con el personal, el equipo y el suministro de materiales”.
Los problemas en la cadena de suministro ayudan a explicar algunas de las recientes dificultades de Toyota en Estados Unidos, incluso cuando ve aumentar la demanda de vehículos, especialmente híbridos. Se espera que Toyota empiece a vender una versión híbrida del Tacoma en Estados Unidos este año.
“Hubo algunos problemas operativos relacionados con los fabricantes de piezas, y en el cuarto trimestre quedó claro que la producción no iba como se esperaba”, dijo Yoichi Miyazaki, director financiero de Toyota, en una sesión informativa sobre resultados la semana pasada, añadiendo que la automotriz también se vio afectada por los costos extraordinarios relacionados con los cambios de producción.
La semana pasada, Toyota registró unas pérdidas operativas de 27.500 millones de yenes ($176 millones) en Norteamérica en el periodo enero-marzo, aunque en conjunto obtuvo unas ganancias récord.
Toyota vendió más de 230.000 unidades del Tacoma en Estados Unidos el año pasado, lo que representa alrededor de 10% de sus ventas totales en ese mercado. Sólo el RAV4 y el Camry tuvieron mayores ventas.