Después de un año de pandemia, Honduras mantuvo sus calificaciones de riesgo a largo y corto plazo con la firma Standard & Poor’s, de BB- y B con Perspectiva Estable, informó el Banco Central de Honduras y la Casa de Gobierno.
Esas calificaciones, que son positivas por el entorno actual que deja hasta ahora la pandemia, son de “grado especulativo, pero con menor vulnerabilidad en el corto plazo“, lo que indica que Honduras es un país de riesgo, pero con capacidad para pagar sus obligaciones financieras.
El informe de S&P fue presentado parcialmente por las autoridades, pero lo relevante son las notas estables desde el año pasado, y que se temían cambios hacia la baja ya que tanto S&P Global Ratings como Moody’s, no realizaron, en el primer trimestre, actualizaciones en la calificación ni en la perspectiva asignada a la deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera de Honduras.
¿Qué significan las notas BB- y B?
Las calificaciones se refieren a inversiones de riesgo o especulativas.
Las BB son notas de Grado especulativo: Menos vulnerable en el corto plazo, pero enfrenta una gran incertidumbre ante condiciones económicas, financieras y del negocio que sean adversas
B, es nota de Grado especulativo: Más vulnerable a condiciones económicas, financieras y del negocio adversas, pero actualmente tiene capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras
S&P señala que hay estabilidad en el perfil externo de Honduras a pesar de la volatilidad global. El aumento de las remesas, la reactivación de Estados Unidos con impacto en las exportaciones y el Acuerdo con el FMI, favorecen que se mantengan las notas.
El déficit fiscal, endeudamiento público, reformas a la política energética y la situación política (próximas elecciones generales), también fueron analizadas por la firma de riesgo.
Según el comunicado gubernamental cita a la calificadora de riesgo señalando que en el corto plazo existirá una combinación de recuperación y políticas económicas prudentes que reviertan gradualmente el deterioro de la economía nacional a causa de los choques del COVID-19 y los huracanes Eta e Iota que asolaron el país en noviembre del año pasado y que contrajeron el producto interno bruto (PIB) en 9%.