La ministra de Finanzas, Rixi Moncada, dijo que fue “incorrecta” la calificación de la gestión anterior
La calificadora S&P revisó hoy la perspectiva crediticia de Honduras a “negativa” desde “estable”, ante la expectativa de un deterioro fiscal, en medio de una desaceleración de la economía, una creciente inflación y un desafiante entorno global.
La calificadora mantuvo las notas soberanas de largo y corto plazo en “BB-” y “B”, respectivamente. Las notas se mantienen sin cambios desde el 2017.
“La perspectiva negativa refleja nuestra opinión de que existe al menos una probabilidad en tres de que bajemos las calificaciones de Honduras en los próximos seis a 18 meses, si el deterioro fiscal empeora la carga de la deuda soberana más allá de nuestras expectativas”, dijo S&P en un comunicado.
Además, las calificaciones soberanas de Honduras reflejan su bajo PIB per cápita, las deficiencias en las instituciones públicas y de gobierno (incluyendo empresas públicas), y una acotada flexibilidad del tipo de cambio que limita la efectividad de la política monetaria. También incorporan vulnerabilidades externas moderadas.
Las notas soberanas implican que las operaciones al largo plazo están propensas a los cambios económicos, y a corto tienen un importante nivel especulativo, conforme a los estándares utilizados para determinar la solvencia y estabilidad de la agencia de calificación de riesgo.
La agencia calificadora estima que el crecimiento del PIB de Honduras se desacelere alrededor de 3% en 2022 y un 3.6% en adelante. También que el déficit fiscal del gobierno general se ubicará en torno a 3.2% del PIB y la deuda neta del gobierno general aumentaría hacia 47% del PIB.
S&P calificó incorrectamente, dice Moncada
En su cuenta de twitter, la ministra de Finanzas, Rixi Moncada, dijo que la calificación de S&P Global para el gobierno de la presidenta Xiomara Castro “reconoce el logro de mantener el rating BB-/B, habiendo recibido una administración saqueada y con una economía internacional tan inestable”.
Sin embargo, agregó, que la agencia calificadora “desconoce los resultados de las recaudaciones tributarias, que, hasta junio 2022 superaron la meta en un 16,3%, y tenemos ingresos en un 24,7% más que 2021″.
De acuerdo con Moncada, la agencia también desconoce que los subsidios al combustible y la tarifa de energía eléctrica aprobados por el Gobierno absorbieron 1,13% de la inflación.
S&P también “calificó en forma incorrecta como “estable” el manejo de las finanzas del gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández, mientras contrataba deuda interna a elevadas tasas de interés; aceleraba la quiebra para la privatización de la Enee (Empresa Nacional de Energía Eléctrica) y ampliaba fideicomisos, exoneraciones y amnistías”.
El economista Roberto Lagos, opinó que el “lenguage confrontativo” no ayuda al país ya que las calificadoras de riesgo evalúan seriamente las cifras de los países. Lagos consideró que la palabra “justiprecio” en la nueva Ley Especial de Energía, genera inquietud en los mercados, si no se explica debidamente.
“Cabe señalar que desde el 2017 este indicador (Perspectiva Estable) no muestra avances debido al fracaso en la reforma del sector eléctrico de la administración Hernández (Juan Orlando) y al nulo avance y debilitamiento institucional durante ese periodo”. “Sin embargo llama poderosamente la atención que S & P mira con precaución las actuales posiciones de política fiscal y monetaria del actual Gabinete Económico”, apuntó.
“Los principales factores que se toman en cuenta en la metodología incorpora evaluaciones en las áreas institucional, económica, externa, fiscal y monetaria. En ese sentido, esta calificación significa que el Gobierno de Honduras cuenta con alguna capacidad de pago”, explicó.
No se toma en cuenta el tema de subsdios a menos que reduzca 3 puntos la inflación, agregó. S&P tiene expectativas de un deterioro fiscal que podría impactar significativamente la deuda soberana de Honduras y encarece el acceso a fondos externos.