Perú está a un peldaño de perder el grado de inversión. S&P rebajó la calificación del país a “BBB-” desde “BBB” por la incertidumbre política “que limita el crecimiento”. Con esto, retrocede al nivel del 2008-2011. “Esperamos una recuperación económica moderada para Perú en 2024-2025, tras la contracción del Producto Bruto Interno (PBI) real el año pasado, como consecuencia de diversos impactos sobre el crecimiento”, dice la calificadora de riesgo.
Sin embargo, subraya que “un Congreso fragmentado y el limitado capital político del Gobierno pesan sobre la confianza de los inversionistas del sector privado y suponen un costo de oportunidad para el crecimiento, lo que limita la capacidad de Perú para reconstruir espacio fiscal”.
Constanza Pérez Aquino, directora asociada de Riesgo Soberano y Finanzas Públicas de S&P Global Ratings, había mencionado a Gestión en julio del año pasado que si bien en ese momento había cierta estabilidad, comparada con el cierre del 2022 y enero 2023, se trataba de un equilibrio frágil, sobre todo, “por los niveles de popularidad del Poder Ejecutivo y el Congreso, así como cierto grado de descontento con la clase política”.
“Después de muchos años de considerar que la política y economía iban por canales separados, está claro que hay una relación en las dos cosas”, había señalado Pérez Aquino en ese momento.
S&P espera que el complejo panorama político persista en el periodo previo a las próximas elecciones. Esto limita a la capacidad del Gobierno de aplicar políticas a favor de la inversión y expectativas de crecimiento.
“Nuestras calificaciones soberanas también incorporan los limitados desequilibrios fiscales y externos de Perú, y una carga de deuda pública que s e mantiene baja, aunque con una composición más vulnerable en comparación con el periodo previo a la pandemia”, refiere.
Escenarios hacia adelante
Si Perú recibe hacia adelante una nueva rebaja por parte de esta calificadora de riesgo (es decir, si pasa de BBB- a BB+), dejaría el grado de inversión y se ubicaría en grado especulativo.
¿Cuál sería un escenario negativo que lleve a Perú a esta situación? “Podríamos bajar las calificaciones durante los próximos dos años si se produce un cambio pronunciado en la política económica que precipite un mayor deterioro de la confianza de los inversionistas y de las expectativas de crecimiento. Bajo este escenario, un menor crecimiento podría presionar los déficits fiscales y acelerar el aumento de la carga de deuda”, señala.
Por el contrario, un escenario favorable que ocasione un alza de la calificación sería que las “condiciones políticas estables respalden la ejecución eficaz de las políticas que impulsen la inversión y las expectativas de crecimiento económico”.