Un tribunal del Reino Unido dictaminó que un grupo de pescadores nigerianos puede presentar demandas contra Shell Plc por la contaminación petrolera que devastó sus comunidades, mientras un caso legal de larga duración se acerca a su juicio.
Los 13.000 pescadores de las comunidades de Ogale y Bille en la región del delta del Níger afirman que Shell violó su derecho a un medio ambiente limpio según la ley constitucional nigeriana, según una declaración enviada por correo electrónico el jueves desde su bufete de abogados Leigh Day. La sentencia judicial publicada esta semana aborda cuestiones procesales previas al juicio en un caso que dura ocho años.
“No voy a desestimar los reclamos”, dijo el juez, y agregó que tal medida sería “draconiana”, dada la “contaminación por petróleo catastróficamente dañina para el medio ambiente en el delta del Níger”.
Shell dijo que el tribunal también dictaminó que los demandantes no identificaron el derrame o derrames en particular que les causaron daños. El litigio entre Ogale y Bille contribuye poco a abordar las causas reales de la contaminación en el delta del Níger, añadió la empresa en un comunicado.
“Se está robando petróleo a escala industrial en el delta del Níger”, afirmó Shell. “Esta criminalidad es una fuente importante de contaminación y es la causa de la mayoría de los derrames en los reclamos de Bille y Ogale”.
Shell ganó un caso similar a principios de este año después de que jueces de la Corte Suprema del Reino Unido desestimaran los argumentos de que un derrame de petróleo en alta mar había afectado a las comunidades y que la importante petrolera aún podría ser considerada responsable más de una década después de un derrame de petróleo en Nigeria.
La fuga en el campo marino de Bonga en 2011, uno de los más grandes de Nigeria, fue una “catástrofe” ambiental que causó miles de millones de dólares en daños, había argumentado un grupo de casi 28.000 nigerianos.
Shell tiene una historia complicada en esta nación de África occidental, donde los frecuentes derrames y las relaciones desafiantes con las comunidades locales la han llevado a reevaluar el futuro de sus operaciones en tierra y en aguas poco profundas.
Estas filtraciones, muchas de las cuales Shell atribuye a sabotaje y robo más que a fallas mecánicas, han destruido los medios de vida de las poblaciones pesqueras y agrícolas en el sur del país y han dado lugar a batallas legales en curso en Nigeria, el Reino Unido y los Países Bajos.