El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) perdió un 1% esta semana, la segunda consecutiva en rojo, y se situó en 61.50 dólares, lastrado por la guerra comercial iniciada por Estados Unidos y su escalada arancelaria con China.
No obstante, en la jornada de hoy viernes, los contratos de futuros del WTI para entrega en mayo subieron un 2,38%, impulsados por la perspectiva de que Washington detenga las exportaciones de petróleo iraní.
El secretario de Energía, Chris Wright, dijo que como parte de su política de máxima presión sobre Irán sobre su programa nuclear, podría detener su exportación de petróleo, recoge la agencia Reuters.
“Podemos rastrear los barcos que salen de Irán. Sabemos adónde van. Podemos detener la exportación de petróleo de Irán”, dijo.
China anunció este viernes que elevaba los aranceles a los bienes estadounidenses al 125%, una contramedida al arancel del 145% que Estados Unidos impone a los bienes chinos.
La situación preocupa especialmente al mercado de energía, pues la economía china es la segunda mayor del mundo y tiene una enorme demanda, lo que la convierte en el mayor importador de crudo del planeta.
La perspectiva de una guerra comercial que lleve a la recesión y reduzca la demanda global de energía preocupa al mercado, así como el aumento de producción anunciado por la OPEP+ para mayo.
Mientras, la Administración de Información de Energía de EE UU ayer rebajó sus previsiones de crecimiento globales, así como las previsiones de demanda del país, y advirtió del impacto de los aranceles en los precios.
Por otra parte, las reservas comerciales de crudo subieron por segunda semana consecutiva, en 2.6 millones de barriles, aunque el total de 442.3 millones de barriles está por debajo de la media para esta época.