Es “extremadamente difícil de creer” que el Estado Islámico haya tenido la capacidad de lanzar el ataque contra una sala de conciertos de Moscú la semana pasada en el que murieron al menos 140 personas, dijo el miércoles la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova.
En una reunión informativa con periodistas, Zakharova reiteró las afirmaciones de Moscú, de las que aún no ha aportado pruebas, de que Ucrania estuvo detrás del ataque contra el Crocus City Hall, el más letal que ha sufrido Rusia en 20 años.
Estado Islámico reivindicó la autoría de la masacre y las autoridades estadounidenses afirman disponer de información de inteligencia que demuestra que fue llevada a cabo por la rama afgana de la red, Estado Islámico Jorasán. Ucrania ha negado repetidamente haber tenido nada que ver con el ataque.
Pero Zakharova dijo que Occidente se había apresurado a atribuir la responsabilidad al EI, también conocido como ISIS, como una forma de desviar la culpa de Ucrania y los gobiernos que la apoyan.
“Para alejar las sospechas del Occidente colectivo, necesitaban urgentemente inventar algo, así que recurrieron a ISIS, sacaron un as de la manga y, literalmente, pocas horas después del ataque terrorista, los medios anglosajones empezaron a difundir precisamente estas versiones”, dijo.
El presidente Vladimir Putin ha dicho que el ataque fue perpetrado por militantes islamistas, pero ha sugerido que fue en beneficio de Ucrania y que Kiev pudo haber desempeñado un papel.
Ha dicho que alguien del lado ucraniano había preparado una “ventana” para que los hombres armados escaparan a través de la frontera antes de ser capturados en el oeste de Rusia el viernes por la noche.
El martes, sin embargo, el líder Alexander Lukashenko declaró que los hombres armados habían intentado inicialmente cruzar a Bielorrusia antes de dar media vuelta y dirigirse a Ucrania cuando se dieron cuenta de que los pasos al país habían sido sellados.
El director de la agencia de seguridad rusa FSB declaró el martes que creía que Ucrania, junto con Estados Unidos y Reino Unido, estaban implicados en el ataque.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, respondió en X: “Las afirmaciones de Rusia sobre Occidente y Ucrania en el ataque del Crocus City Hall son un completo disparate”.