El coordinador del Gabinete económico, Marlon Tábora estimó que antes de Semana Santa se podrían tener las primeras reuniones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para buscar un Acuerdo que sería vital para resolver la crisis del sector energético.
“Yo me he puesto como meta poder iniciar la conversaciones con el Fondo Monetario Internacional a inicios del mes de abril, aquí en Washington, primero, antes de Semana Santa y después de Semana Santa en Tegucigalpa”.
“Ojalá y lo podamos hacer, y si Dios lo permite, poder llevar a cabo el programa ya negociado con el Directorio del Fondo, 45 días hábiles después, que es aproximadamente la primera semana de julio”, apuntó.
Tábora señaló que el Acuerdo daría credibilidad a las políticas del gobierno y una renegociación de deudas, entre ellas de la estatal de energía que supera los 48.400 millones de dólares (deuda interna y externa).
Sin FMI no hay plan para la ENEE
“El rescate de la ENEE pasa por varias medidas, una de las más importantes es precisamente lo que se llama el refinanciamiento de una deuda histórica que tiene y que es este momento está causándole grandes problemas en su flujo de caja”, explica el funcionario.
Este refinanciamiento de deuda requiere el respaldo de los organismos internacionales multilaterales y que estén de acuerdo en refinanciarla a largo plazo y en condiciones concesionales.
“Obviamente necesitamos tener la aprobación del Fondo Monetario y esto requiere un plan de recuperación de la ENEE y básicamente comienza con un punto toral, la reducción de pérdidas”, declaró.
Después sería con EEH
Mientras no reduzcamos las pérdidas en forma agresiva, agregó, la ENEE va a seguir teniendo un desangramiento financiero que supera los 3.000 millones de lempiras por año, que se han venido acumulando y por eso tenemos más de 40 mil millones de lempiras en deuda histórica.
“Entonces se tiene que trabajar con EEH (Empresa Energía Honduras), que es el encargado de reducir las pérdidas y que en este momento, pues no se está dando toda la reducción que nosotros quisiéramos”, señaló Tábora.
Un tercer paso es la eficiencia de la estatal de energía introduciendo los cambios de infraestructura que ya se habían previsto para hacer la ENEE más competitiva en tres empresas, transmisión, distribución y generación para que se vuelva más competitiva y más ágil de lo que hoy es, apuntó.
Tábora advirtió que se trata de un plan integral que involucra a todos los sectores del mercado energético que deberán de “aportar su grano de arena”, para que el FMI lo aprueba y se comience a ejecutar a corto plazo.